Mordejay Guahnich, presidente de MEMGUÍMEL, nos acerca a esta festividad del pueblo judío desde un prisma de respeto, tradición y festejo de la multiculturalidad melillense.
La celebración del Pésaj, también conocida como la Pascua judía, arranca la tarde de este lunes 22 de abril y se prolongará hasta la tarde del 30 de abril, es un momento de profunda significancia para la comunidad judía en todo el mundo. Recientemente, tuvimos el privilegio de conversar con Mordejay Guahnich, presidente de MEMGUIMEL, para comprender mejor esta festividad y su importancia. Guahnich destacó que Pésaj no solo es una festividad para la comunidad judía, sino también una oportunidad para que todas las culturas celebren y conmemoren sus tradiciones únicas. Desde la limpieza ritual hasta la cena ceremonial, Pésaj nos recuerda la importancia de la libertad y la resistencia. En este mes de abril, mientras celebramos la diversidad cultural en la ciudad, recordamos la esencia de la libertad y la esperanza que Pésaj representa para millones de personas en todo el mundo.
Pésaj conmemora la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto, un evento que marcó el comienzo de su viaje hacia la libertad. Guahnich explicó que la festividad recuerda los años de opresión en Egipto y la eventual emancipación del pueblo judío. Desde la amargura de la esclavitud hasta la alegría de la libertad, Pésaj simboliza un renacimiento y una renovación espiritual para la comunidad.
Una parte fundamental de la celebración es la limpieza ritual de los hogares, conocida como «búsqueda del Jametz». Esto implica la eliminación de todo producto de grano fermentado de la casa, simbolizando la eliminación del ego y el orgullo. El pan sin levadura, llamado Matzá, se consume durante ocho días, recordando la prisa con la que los judíos dejaron Egipto. Guahnich destacó la importancia de la cena ceremonial de Pésaj, donde se recita la Agadá, un relato de la esclavitud y la liberación del pueblo judío. Esta narración se realiza en hebreo y se traduce a varios idiomas, incluido el español y el ladino, resaltando la diversidad cultural de la comunidad judía.
En cuanto a la comida, se evitan los cinco granos fermentados, incluido el trigo, la cebada y la avena. Los alimentos consumidos durante Pésaj son especialmente preparados y supervisados para cumplir con las restricciones dietéticas de la festividad.
Una parte esencial de Pésaj es transmitir su significado a las generaciones más jóvenes. MEMGUIMEL organiza actividades educativas y fomenta la participación de los jóvenes en las festividades. Desde la limpieza de los hogares hasta la cena ceremonial, los jóvenes participan activamente y aprenden sobre la historia y las tradiciones judías.
En cuanto a las variaciones culturales en la celebración de Pésaj, Guahnich explicó que, si bien existen diferencias en las costumbres y tradiciones entre las comunidades judías, la esencia y el propósito de la festividad son universales. Las comunidades sefardíes, en particular, mantienen tradiciones arraigadas que han perdurado durante siglos.
Guahnich destacó que Pésaj no solo es una festividad para la comunidad judía, sino también una oportunidad para que todas las culturas celebren y conmemoren sus tradiciones únicas. Desde la limpieza ritual hasta la cena ceremonial, Pésaj nos recuerda la importancia de la libertad y la resistencia. En este mes de abril, mientras celebramos la diversidad cultural, recordemos la esencia de la libertad y la esperanza que Pésaj representa para millones en todo el mundo.
