Estimados lectores, antes de entrar en detalles en este humilde artículo de opinión, en nombre de todos los padres de los niños escolarizados en el CEE "Reina Sofía", les agradezco su tiempo y atención. Dicho esto, comencemos a profundizar en el tema que les traigo hoy. Como bien saben los ciudadanos melillenses contamos en nuestra querida ciudad con un colegio "adaptado" para aquellos niños que llegaron a este mundo siendo muy especiales para sus padres, lo cual puede llegar a sorprender mucho a aquellos que no les ha tocado vivir esta experiencia en la vida, pero les garantizo y aseguro que muy lejos de ser una desgracia y pena tal como muchos lamentablemente puedan pensar, es un auténtico placer y una fortuna para mi y el resto de papás de niños especiales dedicarles las 24 horas del día a atender y satisfacer sus necesidades.
Desgraciadamente, muchos son los obstáculos que nos encontramos en el día a día en la reivindicación de los derechos de nuestros hijos enfermos, y en otros casos muy enfermos. Y como no podía ser de otra manera el ámbito educativo, porque ellos merecen, permítanme la expresión, toda la educación del mundo y más, es uno de los campos en los que estamos inmersos en una gran batalla con la Administración para que se cumpla la legalidad vigente. Así es, estimado Sr. Director Provincial del MECD en Melilla, Manuel Calzado Puertas. No son meros caprichos nuestros, usted está incumpliendo sistemáticamente la normativa legal en cuanto a materia educativa se refiere y parece que ello no le importa demasiado, probablemente porque aún no está lo suficientemente sensibilizado con nuestras queridas criaturas.
Permítame Sr. Calzado que le aporte algunos datos que podrían ser de su interés. O más bien le voy a justificar el título que lleva nuestro artículo: ¿Por qué decimos que se trata de un colegio "muy especial"? "Muy especial" porque desde la creación de este colegio, hace ya 12 años, entonces con apenas una veintena o treintena de alumnos matriculados, la dotación de personal que atiende a los niños se ha mantenido constante sin prácticamente ninguna variación hasta hoy, pero con la diferencia de que en la actualidad hay más de un centenar de alumnos matriculados. Estoy plenamente convencido de que está de acuerdo conmigo en que es algo "muy especial"; 7 cuidadoras donde debería haber un mínimo de 13; 1 fisioterapeuta en lugar de casi 4 tal como se recoge en la orden EDU/849/2010; 1 enfermera para atender a más de 100 niños, cada uno con su situación y problemática particular; un servicio de comedor que aun formando parte de la jornada lectiva empieza sistemáticamente a funcionar con más de un mes de retraso en relación al comienzo del curso todos los años, etc; usted me dirá si todo esto no le parece que es algo "muy especial".
Y así podría continuar explayándome en la situación vergonzosa en la que se encuentra el colegio "Reina Sofía". Pero en esta ocasión me gustaría centrarme en un aspecto muy concreto de todas las carencias expuestas anteriormente y que nos preocupa muchísimo Sr. Calzado. Resulta que desde el pasado mes de abril el Centro cuenta con un solo fisioterapeuta para atender a un numerosísimo grupo de niños que necesita de esta atención imprescindible para su correcto desarrollo. Muchos niños querido Director Provincial, y especialmente aquellos afectados de PCI (Parálisis Cerebral Infantil) de grados IV y V, que han visto enormemente mermada su atención en esta área. Esta disciplina tan importante para que nuestros hijos consigan un adecuado sostén cefálico, un buen control de tronco para evitar deformidades tales como la escoliosis, una minimización de la espasticidad de miembros, etc. Sr. Calzado, le insisto que esta situación es vergonzosa e insostenible y que en mi tierra se conoce como dejadez de funciones por su parte. Es absolutamente inconcebible que en un colegio especial con tanto niños con afectación importante exista solo 1 fisioterapeuta, que evidentemente poca o ninguna culpa tiene de que muchos alumnos lleven varios meses sin recibir ninguna sesión de estimulación o que la atención que reciben es, actualmente, tan deficitaria que observamos que este campo de atención a los niños, primordial y clave estimado Calzado, ha quedado totalmente borrado de la jornada lectiva. Muy triste, ¿verdad?
Con fecha 23 de septiembre del presente año le informamos a usted de nuestro enorme descontento e inquietud con esta problemática, sin que a día de hoy se nos haya dado respuesta ni solución alguna. Fíjese que ni siquiera le estamos exigiendo que se ajuste a la normativa vigente, sino que simplemente se dote al colegio de un fisioterapeuta más para atender satisfactoriamente a nuestros hijos. Pero parece que no lo ve usted como una necesidad tan urgente. Siento decirle que esto no es digno de alguien que ocupa semejante cargo y le invito a que se lo mire nuevamente. Responda a nuestras demandas Sr. Calzado, y si quiere no lo haga por nosotros, sino por el bien de los niños, estoy convencidísimo de que ellos se lo agradecerán.
Queridos lectores, les emplazo para otra ocasión si la situación así lo requiere. Muchas gracias.
