La Generalitat de Cataluña instó ayer al Gobierno central a que no se rasgue las vestiduras por su frontera cuando la de Melilla “rasga la piel” de los inmigrantes que pretenden entrar de manera clandestina “en las llamadas plazas de soberanía”. Éste es parte del contenido de un nuevo argumentario que el conseller de Presidencia del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha enviado a las embajadas de la UE con sede en Madrid sobre el proceso soberanista. “No se pueden rasgar las vestiduras hablando de unas hipotéticas fronteras separadoras de Catalunya cuando se instalan fronteras bien reales, de cemento y acero, que rasgan literalmente las vestiduras (y la misma piel) de seres humanos a los que se considera ilegales en las llamadas plazas de soberanía”, afirma el conseller. En su opinión, “no es serio hablar de la supuesta obsesión por los límites fronterizos de Catalunya cuando existe una obsesión, bien auténtica, por defender peñascos deshabitados en el norte de África”, en alusión a Perejil y los peñones.
