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El rincón de Aranda

Carta desde la Purísima XXVIII

melillahoy.cibeles.net fotos 1492 Juan Aranda web

Hace unos meses se le han rendido honores a todos los Héroes que descansan en nuestro Cementerio. Lo pude leer en la prensa y por los comentarios, muy explicativos de un amigo, algo emocionado, que acudió al acto. La verdad es que sentí un poco de sana envidia, ya que no pude presenciarlo. Pero creo, que con estas cartas, desde esta orilla peninsular humildemente yo, les rindo mis propios venerables honores. Hoy quien les escribe es un Capitán de Infantería, y dice así:

“Queridos melillenses: Soy Celestino Rodríguez Salgado, Capitán de Infantería, del Bon. Cazadores de Madrid, nº 2; y les estoy escribiendo desde el Panteón de Héroes fila 2 nº 3. Nací en Calvelo, un pueblecito de Orense, cercano a Xocín y Vilariño, en diciembre de 1862. Cuando ingresé en el Ejército, en junio de 1881, estuve destinado en Murcia, Orense, Coruña y Teruel; también participé en la Campaña de Cuba, hasta que me enviaron a Melilla. El 30.09.1909, en la posición de Beni Bu Ifrur, tuve la mala fortuna, de caer herido en el muslo derecho, herida que me fracturó el fémur. En la noche del 2 de octubre, fui trasladado al Hospital Militar, y el 4, los médicos se decidieron a operarme, y a pesar de que aguanté lo indecible, caí muerto de dolor y de pena. Era el 8 de octubre de ese mismo año de 1909, y en el parte médico decía, que mi fallecimiento era debido a una septicemia, lo que se le llama a una gran infección. Mi pena era porque dejaba huérfanos a mis seis hijos de corta edad, y con 1.642´50 pesetas anuales a mi esposa, que había viajado a Melilla un día antes de mi muerte. Pero tengo que decir, con todo mi orgullo, y una inmensa alegría, que un año después, el 10.10. 1910, me concedieron, a título póstumo, la más alta condecoración militar, como es: La Gran Cruz Laureada de San Fernando; que siempre la llevo luciéndola, junto al soldado de mi unidad: Agapito Santofimia Rodríguez, que también cayó el mismo día, y en el mismo lugar: El Zoco de Beni Bu Ifrur. Este muchacho es de Villafrades de Campos, un pueblecito de Valladolid, donde cruza la Carretera de Benavente a Palencia. Tiene tan solo 22 años, y debido a mi cojera, el pobre, sirviéndome de apoyo sus anchos hombros, se ha convertido en mi acompañante perpetuo. Él dice que lo hace muy gustosamente. La verdad es que siempre lo traté como si hubiese sido mi propio hijo. Entre los dos les enviamos un abrazo muy fuerte, agradeciendo a las autoridades, los honores que nos han dispensado hace unos meses. Y a ustedes, les rogamos que sigan visitándonos con sus oraciones y sus sonrisas”.

A veces si no puedes soñar, hay que cerrar los ojos con fuerza, e intentar ver con la claridad limpia de corazón, todo el drama que padecieron estos soldados; nuestros Héroes que dieron sus vidas para que en la actualidad podamos conservar la españolidad de nuestra ciudad, que es nuestra genuina cultura española peninsular.

En 1965, cuando era soldado de la Agrupación de Sanidad Militar, destinado en el Destacamento de la Desinfección Vizcaya, escribía yo unos modestos poemas, que titulé: “Madrugadas en la Desinfección Vizcaya”. La mayoría eran contestatarios: “Alumbrada por el sol africano/ y bañada por el Mediterráneo,/ se encuentra Melilla sola/ con la vista al norte y llorando,/ pide a sus hermanos/ que le tiendan sus manos y/ le sequen las lágrimas de pena,/ porque un moro/ hace siglos la pretende,/ y ella tiene/ su amor en España”.

Y para tener encendida la llama de mi perenne petición, repito que el Cementerio de La Purísima, debe denominarse: “CEMENTERIO NACIONAL DE HÉROES”.

También si desean leer el “Pedimento de la Virgen de la Victoria”, solo deben escribir: http://.pedimento.blogspot.com.es/

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