José Manuel Calzado, en un somero balance de la legislatura recién concluida, reconoce que ésta ha sido "la más difícil de toda la Democracia", en especial por la situación económica en la que se encontraba un país azotado por la crisis; un periodo en el que no esconde que "se han tenido que adoptar decisiones difíciles pero necesarias". Aún así, asegura que nunca se ha encontrado en una situación límite que le haya llevado a decirse a arrojar la toalla o renunciar a seguir al frente de la Dirección Provincial, y ello porque se reconoce como "una persona de general optimista y que cree firmemente en la capacidad de trabajo". "Siempre he dicho y comentado que esta ha sido la legislatura más difícil de toda la Democracia, por la situación económica en la que estaba el país y de la que vamos saliendo y vamos dejando atrás, pero aún queda gente pasándolo mal y quedan muchas cosas por hacer", reconoce el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, en declaraciones a este Diario en un balance a vuelapluma de lo que han sido estos cuatro años de Gobierno de Mariano Rajoy para Melilla, al menos en lo que le ha tocado vivir personalmente como responsable del área de Educación en la ciudad.
Decisiones
Pero este periodo complejo "que nos ha cargado a todos de responsabilidades, nos ha permitido adquirir una experiencia que, a lo mejor, en una situación económica más relajada, no hubiera sido tanta". Por ello quiso mostrar su "agradecimiento y reconocimiento al trabajo de todo el profesorado de Melilla en estos años tan difíciles y complicados", porque además en la ciudad "se nos ha juntado por la crisis, un aumento desmesurado de alumnos y el profesorado ha trabajado con una entereza, responsabilidad y con un saber lo que se tiene entre manos, que creo que difícilmente se podrá igualdad cuando vengan tiempos mejores".
Desde la Dirección Provincial de Educación lo que se ha pretendido en estos cuatro años "que fuese la casa de todos, donde sin perder la idea de que la educación es algo que tenemos que arreglar entre todos, estar abiertos siempre a la opinión, ideas y planteamientos de todo el mundo, desde los equipos directivos, a profesores, padres y sindicatos". "A unos se les ha dado más atención o menos, o se han resuelto más o menos problemas, pero creo que muy pocos o ninguno pueda decir que haya ido al MEC y no se le ha atendido", aseguró José Manuel Calzado.
También reconoce Calzado que en estos cuatro años se han tenido que tomar decisiones duras, motivadas, especialmente, por la cuestión económica. Afirma que aunque lleva de forma "eventual" cuatro años al frente de la Dirección Provincial, en este tiempo no ha olivado que su profesión es la de maestro, que la lleva ejerciendo durante muchos años, por lo que conoce la realidad tanto de la del director provincial como la del docente que se enfrenta día a día a su aula.
Por eso reconoce que se han tenido que adoptar resoluciones que no eran agradables, como "en pleno proceso de admisión, decirle a un padre que no podía entrar en el colegio que pedía, o profesores a los que les hemos tenido que decir que este año no se le puede contratar de interino, o los sindicatos decirle que no a las cosas que pedían".
Personal
Calzado asegura que "a nadie se le escapa" que la Dirección Provincial de Educación de Melilla "es una de las más complicadas porque tenemos 1.270 profesores, 23 centros educativos y veinte mil alumnos a los que atender, es decir, es complicado pero insisto que nosotros, lo que hemos intentado en estos cuatro años ha sido dar tranquilidad, sensatez, corresponsabilidad y atención al ciudadano", indicó.
A pesar de los pesares, considera que esta experiencia de estar al frente de la Dirección Provincial está siendo enriquecedora y por eso, aunque cuando ha habido problemas serios nunca se ha planteado renunciar. El motivo es que "soy una persona de general optimista que cree firmemente en la capacidad de toda la gente con la que trabajo, y es verdad que ha habido momentos difíciles, pero al final, gracias a la capacidad de esta plantilla con la que desarrollo mi labor en el MEC, en ningún momento he dicho: me voy, porque al final el problema se resolvía" gracias a la implicación de los profesionales de los distintos departamentos.
Lo que queda claro es que "todos hemos puesto todo lo que había por nuestra parte para dar la solución menos mala posible para los problemas y necesidades educativas de Melilla".
