El secretario de Educación del PP local, José Manuel Calzado, dijo ayer que nadie puede poner en duda su compromiso con la Educación en Melilla, ya que desde la anterior legislatura se han dado todos los pasos administrativos necesarios para la construcción de dos nuevos centros educativos, cuyas obras empezarán en los próximos meses. Calzado se refirió a los dos anuncios publicados la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) respecto al inicio de la adjudicación de la dirección de obra de un instituto de la construcción del instituto Jardín Valenciano, y el proyecto de ejecución del colegio Gabriel de Morales. Calzado recordó que en 2007, con el anterior Gobierno de Zapatero, ya había datos respecto al importante aumento de las escolarizaciones que se estaban dando en Melilla y, pese a que la Ciudad Autónoma había cedido los terrenos para construir nuevos centros educativos, el Ministerio de Educación “no hizo nada”, salvo el “principio de informe técnico”.
Ya con el Gobierno de Rajoy, en 2012, el Ministerio de Educación “asumió que había que hacer frente” al “primer gran problema” que tenía la ciudad en este ámbito, que era la falta de infraestructuras. Para ello, reorganizó su gabinete de obras e infraestructuras dotándolo de más personal para trabajar en la construcción de un colegio y un instituto.
Calzado subrayó que en estos años “se han dado pasos definitivos” con la aprobación del proyecto básico y de ejecución del instituto, que fue presentado públicamente por el anterior ministro de Educación. Una vez que se adjudique la dirección de obra, la construcción podrá arrancar a mediados de este año. La construcción ya ha sido adjudicada a una empresa especializada en centros educativos, con “un reconocimiento claro” de los estudios de arquitectura nacionales.
Colegio Gabriel de Morales
Respecto al colegio, Calzado recordó que estaba pendiente de que la Ciudad Autónoma y el Ministerio de Defensa firmaran un convenio para la cesión de terrenos del antiguo acuartelamiento en el que se construirá, un trámite que ya se ha hecho gracias a que el Gobierno melillense “se ha movido con enorme agilidad” en el último año. Eso permitirá que las obras empiecen a finales de 2016 o principios de 2017, una vez que la Ciudad Autónoma “limpie” el terreno.
