La entrega de la Medalla de Oro al Cuerpo de Bomberos llegó con el anuncio de la creación de diez nuevas plazas en el Cuerpo, que saldrán a oposición el año que viene. La Asociación de Bomberos Profesionales (ABP) está contenta porque es “una buena noticia” para los 82 efectivos que la conforman, pero pide a la Ciudad Autónoma un mayor esfuerzo sacando más plazas para aumentar realmente la plantilla, pues con las diez anunciadas únicamente se podrán cubrir las vacantes que vayan quedando por las jubilaciones. En declaraciones a MELILLA HOY, el presidente de la ABP, Bernardo Castillo, señaló una evidencia, y es que hasta 2037 habrá jubilaciones todos los años debido al alto nivel de envejecimiento que tiene la plantilla de Bomberos. “Las 10 plazas que han anunciado es algo que se tenía que prever forzosamente si quieren mantener la tónica actual y ahora se tiene que poner rápidamente la tirita en la herida”, apunta.
De todos modos, la ABP se muestra aún algo reticente con el anuncio de las diez plazas, pues dijo que espera que la Administración local cumpla realmente con el compromiso “y no vengan después con los recortes dejándolas en menos plazas, como ha pasado otras veces”.
Pero contando con que se haga realidad el anuncio, la ABP no quiere conformarse con que se cubran las jubilaciones y pide que se vaya “más allá” ofertando más plazas para que el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (SPEIS) pueda evolucionar y dar respuesta a las necesidades actuales de Melilla.
No en vano, Castillo recordó que la ciudad tiene ahora más población y un parque móvil mayor que el que había hace 20 años. También en este tiempo la ciudad “ha crecido a lo alto” con la construcción de nuevos edificios en el lugar que ocupaban antes casas bajas, lo que a su vez hace que las actuaciones de los Bomberos sean más complejas, con más tendidos de mangueras que requieren más personal.
Por eso la ABP insiste en su reivindicación de que la plantilla de los Bomberos aumente en número y las plazas que se saquen a oposición no se limiten únicamente a cubrir vacantes o los huecos que quedarán tras los próximos ascensos a cabo. Sólo con más efectivos, subrayó Castillo, se podrá aumentar la dotación de servicio para hacer frente sin problemas a varias actuaciones a la vez, como ya ha ocurrido recientemente en varias ocasiones. También se podría crear una segunda actividad, como en otros lugares del país, con labores más adecuadas para los bomberos de más edad (la media de la plantilla es de 47 años), y poner en marcha un Gabinete de Formación y Prevención, “que por reglamento siempre ha debido existir”.
