El bullicio de cada mañana antes de entrar a clase se tornó ayer en un silencio estremecedor en el CEIP Real. Decenas de alumnos, profesores y padres quisieron recordar con una carta, un minuto de silencio y una suelta de globos a sus compañeros Dina, Wasin y Wasima, los tres hermanos que fallecieron el domingo en un incendio en Nador junto a su madre, Hanan.
“Todavía no podemos creer que ya no volveremos a verte jamás. A algunos nos parece como un sueño”. Con estas dos frases arrancaba la emotiva carta de la clase de 3º de Primaria a la que iba Dina, que resumió en pocas palabras el sentir de todos los que llenaron el patio del colegio para recordar a los tres niños, de 8, 7 y 5 años. Los tres iban al CEIP Real, donde están “conmocionados” desde el mismo domingo en que se conoció la trágica noticia.
Su directora, María José Belmonte, subrayó que esta semana está siendo muy dura para quienes forman la comunidad educativa del CEIP Real. Están siendo “días de conmoción, tristeza y dolor por la gran pérdida”, especialmente para los compañeros de los tres alumnos y los profesores que estaban en contacto directo con ellos por ser sus tutores o docentes especialistas.
Un recuerdo constante
“Las profesoras estaban derrumbadas, llorando, pero las clases han seguido porque han tenido el arrojo y valentía de hablar con los niños”, explicó Belmonte para dar cuenta de cómo se está intentando superar este golpe en las aulas del colegio. Desde el lunes, el recuerdo a los tres pequeños ha sido constante, ya que sus compañeros y profesores han encendido una vela por Dina, Wasin y Wasima. También les han escrito cartas y han decidido dejar sus pupitres tal y como los dejaron el viernes en sus clases de 3º, 2º e Infantil.
Al menos de momento, mientras el colegio se repone de este varapalo. El CEIP Real no antes había sufrido nunca antes una pérdida tan repentina y numerosa como ésta entre su alumnado. Ayer se reflejaba la tristeza de todos en el acto de recuerdo, donde la directora aseguró ante los niños y sus padres que estos tres hermanos, y su madre que siempre iba al colegio para interesarse por cómo iban, estarán siempre en los corazones de todos.
La carta de los compañeros de Dina también lo secundaba: “Hemos llorado mucho por ti, no nos podíamos aguantar. Estamos muy tristes por ti y por tu familia. Te echaremos de menos y nunca te olvidaremos. Aunque estés fallecida, serás nuestra amiga del alma con tu alma”.
Cuatro globos blancos rumbo al cielo
Para terminar este acto cívico, se soltaron hacia el cielo cuatro globos blancos que estaban atados a cuatro sillas escolares, simbolizando a los tres alumnos fallecidos y a su madre, Hanan. Los cuatro eran de nacionalidad marroquí, pero vivían en barrio del Real y se encontraban en Nador visitando a la familia cuando se produjo el incendio de la vivienda. Los hechos, tal y como avanzó MELILLA HOY en su edición del lunes, ocurrieron el domingo, al parecer causado por un encendedor que estaba utilizando uno de los niños.
