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Annual, desde Melilla

melillahoy.cibeles.net fotos 1276 JosA  Luis Navazo

Tal cual como el domingo les contaba, salvo que al final no subí hasta Igueriben (el binomio estaba a sus infantiles años un tanto cansado) y el desayuno no fue en el Casino Militar de Melilla pero si la cervecita a medio día, el resto del guión como estaba previsto.

Tras amanecer cruzando la siempre bella bahía de Alhucemas, alcanzamos la hoya de Annual poco antes de las 9 de la mañana hora española, una más que en Marruecos tras el ajuste horario tras el final de Ramadán. Empezaba ya a caer un sol de justicia y Tensamán cada año se ve más urbanizado, llamando la atención edificaciones de envergadura así como el imponente hotel Achbani Trade, que uno ni sueña encontrar por estos apartados lares. Señales de que Temsamán prospera, pregúntense ustedes por qué, aunque los accesos desde Alhucemas y la carretera por llamarla de alguna forma que baja hasta Ben Tieb, cruzando Annual, está cada vez más hecha polvo. En esta última localidad ha desaparecido hasta el nombre del lugar (Annual no existe) aunque sigue, colorista, el monolito con la imagen del emir del Rif y el “Monumento de la Victoria”, si bien un tanto pintarrajeado y sometido a cierto deterioro.

Les adjunto fotos del mismo así como la traducción literal del texto en árabe, una retórica panegírica de hinchadas cifras (“decenas de miles de soldados”) alentada por la procelosa diplomacia paralela, de uso tan común y efectista en el vecino país:
EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO
Cuantos grupos reducidos han vencido a grupos numerosos con la Gracia de Dios, Dios siempre está con los pacientes. Aquí se hallan una vez más los hijos del Rif, dando la bienvenida a las almas de los héroes muyahidines, en honor y respeto a su fe sincera y a su patriotismo eminente en dicha montaña que fue testigo de la batalla de de Annual, el viernes 21 de julio de 1921, entre un grupo de muyahidines liderados por el gran muyahidín Mohamed hijo de Abdelkrim El Jatabi contra el ejército español colonizador, el cual constaba de decenas de de miles de soldados bajo las órdenes del general Silvestre. He aquí donde surgió la verdad y decayó la falsedad, donde la fe de los muyahidines venció al colonizador invencible, convirtiéndose en un ejemplo vivo del espíritu genuino de la resistencia del pueblo, el cual tuvo la lla admiración del mundo. Influyendo en un gran número de líderes populares como Ho Chi Minh en Vietnam, bajo el lema:

  • La victoria de la colonización, aunque sea en un remoto territorio es una derrota para nosotros. Y la victoria de la libertad en cualquier lugar es una victoria para nosotros.
  • Las armas de los muyahidines son las arrebatadas al enemigo, ya que son las únicas para matar al enemigo (ilegible).
  • Su colonización es una sombra que desaparece ante la voluntad de los hombres, no de los pseudo-hombres.

Presidente de la asociación: El Mansouri Benali
Dicha placa fue colocada por la Asociación Cultural y Social de la Cuenca del Mar Mediterráneo para el eterno recuerdo de la batalla de Annual. 11 de julio de 1979
Traducción literal, ya digo. Por cierto que para acabar de rizar el rizo el apellido del tal Benali es, como no podía ser menos, El Mansouri, o sea “El Victorioso”. Todo suma en la propaganda, echando por mi parte en falta tan solo el llamamiento a la “yihad defensiva” lanzado conforme a la ley islámica (otra cosa era la política oficial del Estado marroquí, a cargo del Sultán) por Mohamed Ben Abdelkrim El Jatabi.

Como saben, el miércoles 22 tuvo lugar en 1921 la desastrosa retirada de Annual que desencadenó el desastre, precedida de los reveses de Abarrán (1 de junio) e Igueriben, en los que la guarnición española (en la primera el oficial moro Haidra se pega un tiro con su última bala) se defiende bravamente y hasta la muerte. Entre las causas internas de la derrota (militares y políticas), suele obviarse una decisiva de carácter externo: la traición. No ya de las Mías de Policía Indígena (que por cierto llevaban meses sin cobrar) y que en general, al contrario de los fieles Regulares, chaquetearon en masa, no. Si no de las tribus presuntamente amigas, cuyos jefes todavía el 28 de junio habían asistido a una “fiesta de fraternidad hispano-musulmana” en Dar Quebdani mostrando públicamente su adhesión a España, a la que asistieron los generales Silvestre y Navarro, organizada por uno de los felones de uniforme que, caja regimental en mano, compró su vida mientras sus tropas (a excepción del capitán Amador y los suyos) eran asesinadas tras rendirse: Silverio Araujo, coronel del Regimiento Melilla 59. La defección de las “harkas amigas” (y de las unidades indígenas) empezó en Abarrán, continuando luego imparable. Y mientras el 22 los efectivos concentrados en Annual empiezan a intentar escapar de su destino, en una retirada caótica y sin mando, los escuadrones del regimiento de Caballería Alcántara 14, al mando del Teniente Coronel Primo de Rivera cabalgan desde Dar Driuss para luchar hasta la extenuación y acabar sucumbiendo como unidad, cargando al paso con los caballos agotados, en el paso del Igán. En cualquier caso y como advertiría el heroico comandante Benítez, “la tropa nada tiene que ver con los errores del mando”. Y en Marruecos en 1921 (en 1925 el ejército español era otro) al igual que en la guerra con los Estados Unidos en 1898 (Cuba y Filipinas) tal y como denunciaría Ramón y Cajal, “no fracasaron ni el soldado ni el pueblo, que dio cuanto se le pidió, sino un Gobierno imprevisor… Fue el sacrificio de gran parte de una generación”.

Es posible que, tanto en España como en Marruecos, algunos se pregunten porque me revuelvo regularmente con el asunto de Annual. La respuesta es sencilla: ¡porque para Marruecos la guerra del Rif no ha acabado! Si por un lado y oficialmente, sin decoro y ninguna vergüenza, desde Rabat (ahí confluyen todos los caminos, no se equivoquen) se manda cada año al Alto Comisario de Antiguos Resistentes y Antiguos Miembros del Ejército de Liberación para hacer el papelón y celebrar “la victoria sobre los españoles en Annual” (¡qué caradura tiene esta gente del Majzén!, la victoria fue de las insurgentes harkas rifeñas, no del Sultán!), por otro y desde la digamos sociedad civil, peculiares asociaciones exigen reparación moral y económica por los daños sufridos por la población (cáncer) tras los bombardeos con gases tóxicos llevados a cabo por el Ejército español… por cierto después y no antes de Annual. En el Desastre de 1921 varios miles de soldados españoles fueron indignamente vejados, salvajemente torturados y cruelmente asesinados tras pactar su rendición confiando en el “amán”: en Dar Quebdani, Zeluán, Monte Arruit… ¡Claro que hay que recordar! Y luego se quejan con absoluta demagogia de la guerra química, sin prueba científica alguna sobre sus efectos en la población actual.

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