Cuando acumula casi dos décadas de militancia en el PP de Melilla, Juan Díaz Morano podría convertirse hoy, por primera vez, en precandidato a la Presidencia del partido si logra los 95 avales necesarios para hacer frente a Juan José Imbroda.
– Días atrás afirmó en su perfil de Facebook que se habían producido una serie de “hechos muy graves” que le habían llevado a pedir la suspensión cautelar del XII Congreso Regional del PP. ¿Qué ha sucedido?
– Quiero ser muy cuidadoso en esto porque me encuentro en una posición delicada en el sentido de manifestarme. Se ha visto cómo me han puesto como hojita de perejil por el mero hecho de tomar libremente la decisión de presentar mi candidatura, según los estatutos y cumpliendo con todos los requisitos y en democracia interna, como me permite el partido. Si hubiera incumplido alguna norma, yo entendería todo eso. En este sentido, hasta que no analice bien y sea todo definitivo, no me voy a quedar con una coma en el tintero. Saldrá todo porque no soy persona de ocultar nada, quiero ser muy estricto con esto.
– Mucha gente se ha sorprendido con su candidatura. ¿Qué le ha empujado a dar este paso?
– Esto no es una cuestión personal o de confrontación en absoluto. Simplemente llega un momento en el que yo veo que hay muchos afiliados que me hacen llegar sus inquietudes. Hablo del partido, porque una cosa es el Gobierno de la Ciudad Autónoma, en el que no entramos y en el que Imbroda lo está haciendo perfectamente, y otra cosa es el partido. Creemos que hay algunas necesidades y debilidades que nosotros queremos llevar a efecto y ponerlas en práctica. Hay una convicción de principios con los compañeros que creo que se debe hacer, y sobre todo quiero seguir siendo útil a nuestra formación desde responsabilidades de mayor envergadura. Y por eso tomo esa decisión, al amparo de los estatutos y de los requisitos que cualquier militante de cumplir, que son estar al día de las cuotas y tener al menos un año de militancia. Lo que más me ha sorprendido es que algunos de mis compañeros con bastante representación en el partido me hayan puesto de vuelta y media por el hecho de llevar a cabo los principios de democracia interna. Desde que estaba como delegado de Iberia y en la Autoridad Portuaria siempre he dado más de lo que he recibido y no podrán tener ninguna queja de mí en el aspecto de trabajo y de la relación personal. Es cierto que hay cosas que no me satisfacen plenamente y que veo que hay que dar un paso más, y tomo conciencia de que hay que tirar hacia adelante. No se trata de desestabilizar nada.
– Han comentado que usted debería haber dimitido antes de presentar su precandidatura.
– En esto quiero ser muy cauto. Pero que me acusen de desleal algunas personas que lo mejor que tienen que hacer es callarse… Respecto a si tendría que haber dejado mi puesto, si yo dimito de mi cargo por presentar mi candidatura, el otro o los otros candidatos, si tienen cargo, también deberían dejar el suyo para estar en igualdad de condiciones. No parto en desventaja, sino que parto de menos dos mil. Es lo que yo no entiendo. Tengo que dejar mi cargo para presentar mi precandidatura. ¿Y el otro candidato no?
– Si usted pierde la batalla, ¿qué va a hacer?
– Si nosotros no alcanzáramos el apoyo para el sábado, no pasaría nada. Yo seguiría. Hasta que no se resuelva el Congreso sigo siendo miembro del Comité Ejecutivo porque fui electo en el anterior Congreso Regional. Por otro lado, sigo siendo compromisario hasta la celebración del Congreso en calidad de miembro de la Junta Directiva. Yo seguiré dando la batalla en todos los puntos. Quisiera que el Congreso sea transparente y muy claro, que los afiliados no tuvieran dudas sobre los procedimientos. Y si en algún momento tengo que denunciar algo, estoy en mi derecho de hacerlo. Si al final no paso este corte, mi vida política dentro del partido seguirá como militante de base y no tengo ningún inconveniente. He estado en un segundo plano, no he levantado la voz para nada.
– El cargo que usted ostenta en la Autoridad Portuaria, ¿es de libre designación?
– El cargo de vicepresidente de la Autoridad Portuaria no está remunerado, no ejerce. Me nombraron cuando yo era vocal por decisión del Consejo de Gobierno desde hacía mucho tiempo y llegó el momento en que mi amigo José Imbroda falleció. La Autoridad Portuaria necesitaba a alguien que fuera vicepresidente. A propuesta del entonces presidente Arturo Esteban, salí en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria y acepté. Pero es verdad que la función del vicepresidente es representativa, no ejecutiva, y sólo asume las responsabilidades que quiera destinar el presidente por decisión expresa de él. No puedo dar instrucciones porque soy un cargo representativo nombrado por el Consejo de Gobierno. Si en algún momento ellos estiman que no soy la persona idónea para desempeñar este cargo, aceptaré el cese sin ningún problema. Cuando me cesaron del Consejo de Administración de Inmusa y Promesa en esta legislatura no me quejé. Yo nunca he pedido nada en política, siempre me han ofrecido y yo encantado de la vida, siempre he defendido los intereses de mi partido. No vivo de la política, vivo de otras cosas, mi vida la tengo resuelta. Cuando son puestos de libre designación, no tenemos que decir nada. Te ponen y te quitan y ya está.
– ¿Desde cuándo está en el PP de Melilla?
– Llevo en el PP desde hace 17 años. Viví la integración de PP y la UPM. Por eso digo que hay compañeros que me acusan de desleal cuando yo, antes de estar en el PP, no mostré hostilidad hacia él. Por eso la memoria es un poco selectiva y frágil, y algunos se permiten ciertos lujos en cuanto a criticar deslealtades cuando ellos desde fuera no querían ver ni en pintura al PP. Ni en verde, ni en amarillo, ni en blanco ni en negro. A eso daré debida respuesta.
– También se comenta que una de las razones que le llevan a presentarse es por no estar de acuerdo con la integración de PPL en el PP.
– En absoluto. Tras las elecciones autonómicas de 2015, un viceconsejero me preguntó qué me parecía y qué haría yo en esta situación. Y yo lo dije desde primer minuto: ‘Nos vamos a aliar con nuestra ideología similar y no podemos irnos a otra historia’. Yo era partidario desde el primer minuto. De lo que estoy en contra es de la tramitación de algún tema de afiliaciones, es por lo que estoy un poco inquieto. Con Ignacio Velázquez me une una relación que viene desde hace muchísimos años, cuando mi madre tuvo que ser intervenida de cáncer de mama y no había anestesista en el Hospital Militar. Con él puedo tener discrepancias políticas, pero no tengo ninguna animadversión con él ni con sus hijos. Ni tampoco con ninguna persona de PPL porque muchos eran compañeros míos. Por eso no hay problema.
– ¿Es una decisión que ha tomado hace tiempo?
– Hace muchísimo tiempo. Hay numerosos compañeros que se pueden significar y no lo hacen, hay personas que quieren renovación pero la relación laboral les tiene un poco amordazados y no expresan sus inquietudes. Coinciden con lo que yo siento. A mí me ha costado mucho trabajo, la situación es delicada respecto a la familia, porque entiende que en mi situación debería dedicarle más tiempo y he decidido tomar otro camino por convencimiento. Ha sido una consecuencia. La Dirección tiene conocimiento de mi situación de descontento desde después de las elecciones de junio de 2016. Tuve una conversación con un cargo de la Dirección, a quien dije que de cara al próximo Congreso mi posición sería distinta. No sé si seré la única voz o habrá más. La Dirección no puede alegar ignorancia. Siempre he ido a las claras, lo he puesto en conocimiento de la Dirección para que supiera cuáles eran mis movimientos, tanto de la actividad interna del partido como de mi cambio de decisión o de querer sacar adelante otras cuestiones que en este momento, y hasta ahora, he visto que en el partido no tenían eco. No he hecho ocultismo.
– ¿Cómo llevan la recogida de las firmas?
– El tema de las firmas es una cosa que nosotros vamos a mantener en secreto hasta el último momento. Partimos de menos dos mil. Hemos contactado con numerosos afiliados, nos hemos encontrado con situaciones de temor, de no querer manifestarse. Personas que decían sí y que luego han sido contactados por la otra parte y han variado su posición. Hay personas que me dicen que me apoyan de cara al Congreso si consigo las 95 firmas. No queremos revelar nada. Somos un determinado número de personas a las que hemos establecido una relación de afiliados con los que hay que contactar para conseguir tantas firmas. En esta historia hay mucho espionaje en las redes sociales para saber los movimientos. Es un poco kafkiano ver los movimientos que hay. Hasta el último minuto no presentaremos la precandidatura.
– ¿Con qué equipo cuenta para presentarse al Congreso Regional?
– El equipo más cercano son 12 personas, cada uno en su función. Ninguna de las personas tiene cargos, eso nos lo hace más difícil. A las personas que ostentan un cargo dentro de la estructura del partido es muy difícil convencerlas porque piensan otra cosa distinta. No se lo he pedido porque sé que los cargos del partido están por conservar más de lo mismo, seguir en el camino. Lo entiendo perfectamente y no lo critico, aunque sé que hay descontento entre los mismos cargos, aunque cada uno con su conciencia. No tengo nada que ver con ninguno de los cargos del partido para esta movilización. Nosotros somos militantes de base que creemos en un proyecto y queremos sacarlo adelante, no vamos con cargo, vamos con un proyecto de renovación y regeneración, tenemos otra forma de hacer política y lo queremos transmitir desde la base, que es donde nos movemos. En absoluto hay caza de brujas. En absoluto.
