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El rincón de Aranda

Algunos rasgos históricos del Explorador Badía

El 1.03.1799, se firmó en Mequinez, entre España y Marruecos, un Tratado de Paz, Amistad, Navegación, Comercio y Pesca, concertado entre Juan Manuel González Salmón, en representación de Carlos IV, y Ben Otmán por el Rey de Marruecos. Así Godoy valiéndose de Domingo Badía y Leblich, (Explorador Badía), el cuál se presentaría en Tánger como príncipe Abbasida dispuesto a dotar de armas a Sidi Hassán,… …dominando éste todo el Sur, mientras que desde Ceuta atraerían la atención de las tropas imperiales, favoreciendo así el derrocamiento del Sultán. Toda esta operación fue tramada habilísimamente por Godoy, pero Carlos IV se opuso tajantemente. Esta oposición por parte del Rey pudo deberse al temor a Inglaterra, ya que ésta tenía intereses en África y no podía permitirse que España se posesionara en los territorios de su influencia.

España hubiera salido muy favorecida con este Tratado si se hubiese llevado a cabo en toda su dimensión. La Compañía de los Cinco Gremios Mayores de Madrid, podía extraer granos y cereales de Marruecos por el puerto de Casablanca, y todo el comercio de Cádiz con el puerto de Mazagán, facultaba a los españoles para pescar en aguas marroquíes, desde Agadir hacia el norte.

Manuel Godoy relata como lamentándose y al mismo tiempo disculpándose, toda la trama aventurera que maquinó después: “Concebí el raro medio de que Badía pasase a aquél Imperio, no ya como español, más como árabe, como un ilustrado peregrino y un gran príncipe descendiente del Profeta, que había viajado por Europa y volvería a su Patria dando la vuelta a África y siguiendo a la Arabia, a visitar La Meca. Su objeto principal sería ganar la confianza de Muley Solimán, y presentada la ocasión, inspirarle la idea de pedirnos nuestra asistencia y alianza contra los rebeldes que combatían su Imperio y amenazaban su Corona.

Si esta idea era acogida, debía ofrecerse él mismo a venir a negociar en nuestra Corte, con amplios poderes. Si no alcanzaba a persuadirlo, debía explorar el Reino con achaques de viajeros, reconocer sus fuerzas, enterarse de la opinión de aquellos pueblos y procurarse inteligencia de los enemigos de Muley, por manera, que entrando en guerra, pudiésemos contar con su asistencia y obrar de un mismo acuerdo, en interés recíproco, bajo las condiciones ya apuntadas, pero en mayor escala, para poder hacernos dueños de una parte de ese Imperio …”.

A pesar de todo, gracias a la estupenda subvención por parte de Godoy, Badía pudo recorrer Marruecos, y enterarse de toda su vida política y comercial, dominando el árabe a la perfección, y con el nombre de Ali Bey ben Otmán, de la familia de los Abbasidas, hijo de Othmán Bey, pariente cercano de Mahoma. Pero Domingo Badía nació en Barcelona el 1.04.1767. Su padre, Pedro Badía, era funcionario de cargos importantes, desempeñando las secretarías de las Juntas Provinciales y de Hospicios de Cataluña, la Contaduría de Guerra y Tenencia como Tesorero. En Vera, Almería, estuvo destinado algún tiempo. Su madre, Catalina Leblich, descendía de familia belga, militar, que llegó a Cataluña en 1662. En 1791, Domingo Badía se casó con Maria Luisa Berruezo. Simón de Rojas Clemente (con calle en Málaga), geógrafo y naturalista, fue su gran consejero y amigo, viajando a Valencia y Londres juntos los dos para el estudio del árabe y costumbres musulmanas.

En Valencia conoció a Minhar, árabe que le salvó la vida en una reyerta, llegando a ser criado, amigo y confidente, ya que era el único que conocía su verdadera personalidad como cristiano en los viajes que hizo por toda la Arabia. Fue el primer cristiano que puso sus pies en la Ciudad Santa de La Meca. La vida del explorador Domingo Badía Leblich, (Ali Bey ben Otmán), acabó siendo asesinado a las puertas de Damasco. Algunos historiadores opinan que éste murió en el convento español de San Francisco, de Damasco en 1822. Melilla le tiene dedicada una calle, situada paralelamente a la del Padre Lerchundy, otro gran africanista.

Tanto Domingo Badía, como su amigo Simón de Rojas Clemente, la ciudad de Málaga les concedió sendas calles con sus nombres. A Badía como “Alí Bey”, en el barrio de La Misericordia, y a Simón de Rojas Clemente, como “Rojas Clemente”, en el popular barrio de Capuchinos.

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