La parroquia de Santa María Micaela fue ayer escenario de la proclamación del Pregón del Rocío, arropado por la presencia de distintas autoridades locales, así como por devotos de la virgen y representantes de las distintas cofradías de la ciudad. En esta ocasión la persona encargada de esta difícil labor fue Alejandro Alcoba, entrenador del Melilla Baloncesto y una persona que se definió como devota de la Blanca Paloma, unas creencias heredadas de sus mayores. La pregonera del pasado año, la presentadora de TVM Ana Gallego, fue la encargada de presentar a la persona encargada en esta ocasión de proclamar el Rocío.
Pregonero
Según explicó el propio Alejandro Alcoba, en su pregón lo que buscaba trasmitir era explicar sus vivencias con la Virgen del Rocío a lo largo de la vida, desde las salidas procesionales en Semana Santa como en las romerías anuales, vivencias acumuladas por su estrecha vinculación a la cofradía del barrio de la Victoria, en el que vivió su infancia y juventud. La elaboración del pregón «ha sido dar marcha atrás a los recuerdos, hacer una recopilación de todo lo vivido con la Virgen del Rocío, que ha sido una gran experiencia para mí». También afirmó que le ha servido para «acercarme de nuevo a la fe, a todo lo que tenía un poco olvidado por mi trabajo, pero estoy muy satisfecho y con muy buenas sensaciones» por el trabajo realizado.
Reconoció que cuando le comunicaron que este año asumiría esta responsabilidad lo asimiló «con mucha alegría, con satisfacción y con responsabilidad». Alegría porque «me siento identificado con esta parroquia, con esta Virgen a la que he seguido siempre y he estado en la comunidad del barrio de la Victoria», y es también una responsabilidad «porque es un momento importante para la comunidad cristiana y hay que estar a la altura de lo que ella espera de nosotros». En resumen, lo que ha buscado ha sido «trasmitir lo que yo siento en los instantes religiosos que vivo y apostar porque se mantenga la romería del Rocío porque es realmente importante para Melilla».
Afirmó que su deseo era el de transmitir «un mensaje de agradecimiento por ser la persona que soy por todo lo que vivido en este barrio y en esta parroquia; trasmitir un mensaje de emoción y ser fiel devoto a la Virgen, algo que parece complicado en los tiempos en los que corren» donde religión y ciencia parece no entenderse. «Yo soy una persona creyente que hace todo lo posible para estar en paz con el Señor», afirmó.
Alejandro Alcoba explicó que su fe y su devoción mariana es algo heredado de sus mayores.
«Mantener la tradición es algo para mi muy importante porque mis padres, abuelos y mi familia en general, me ha trasmitido esta devoción por la Virgen, algo que intento trasladar a mi hija y creo que lo estoy haciendo bien porque es una gran devota de la Virgen», afirmó.
