El Palacio de la Asamblea se convirtió este año en el mejor de los escenarios para conmemorar el Día Internacional del Pueblo Gitano, permitiendo a los representantes de la comunidad no sólo recordar la persecución de la que han sido objeto a lo largo de la historia, con el máximo exponente del asesinato de miles de judíos en los campos de concentración, sino que también sirvió para que la asociación Alollar on Calo expusiera las reivindicaciones de los gitanos melillenses y las iniciativas que llevarán a cabo para potenciar tanto la formación como la educación de una comunidad plenamente melillense sin que la que no se entendería la realidad de la ciudad. La celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano tuvo este año un marcado carácter institucional, desde el momento que la Ciudad Autónoma, a través del Instituto de las Culturas invitara a representantes de la Comunidad Gitana, en especial de la asociación cultural Alollar on calo (Ayudar a gitanos), que pudieran visitar el Palacio de la Asamblea y expresarse en un espacio tan simbólico y representativo de la pluralidad melillense como es el Salón de Plenos.
Historia
Allí, desde la Mesa de la Asamblea, la joven Manoli Medrano procedió a la lectura de un manifiesto en el que se señaló que para entender el porqué del Día Internacional del Pueblo Gitano, es imprescindible hacer un repaso por la historia de los gitanos, comenzando por la huida iniciada en el IX de distintas comunidades indias, ancestros de los gitanos actuales, con motivo de la invasión del Islam, pasando por la segunda gran migración en el siglo XIII con la llegada de los ejércitos mongoles. Los primeros Romá (gitanos) que llegaron a Europa deambularon de país en país contando su historia, pero con el tiempo fueron considerados "como invasores, vagabundos, delincuentes o ateos", iniciándose entonces lo que ha sido una tónica: persecución, castigos e incomprensión.
En el siglo XX se produjo la peor época de represión, en especial en la Alemania Nazi con la esterilización y castración de gitanos en los campos de concentración, donde la práctica fue la del exterminio. En 1940, en Buchenwald "250 niños fueron usados vivos y sin anestesia en pruebas para comprobar su resistencia al dolor hasta la muerte". El 1 de agosto de 1944 unos cuatro mil gitanos fueron gaseados e incinerados en Auschwitz en la que se recuerda como "la noche de los gitanos".
Durante el holocausto nazi, más de medio millón de gitanos europeos fueron exterminados, además de haber sido tratados como esclavos y usados como animales para experimentación. "Hoy, Día Internacional del Pueblo Gitano, es un día de rememorar nuestra historia y promover un mayor acercamiento y visibilidad de los gitanos en la sociedad a nivel local e internacional".
El documento dejó de manifiesto que se busca mantener esa visibilización de un pueblo "sin estado pero con dignidad, que sigue cometiendo el delito de amar la libertad, que respeta a sus mayores y sabe apreciar la sabiduría por encima del poder, el dinero y que tiene gran fututo porque sus jóvenes son ya su realidad".
Futuro
En el mismo espacio, tomó la palabra el presidente de la asociación cultural Alollar on Calo, Rafael Carmona, que recordó que la institucionalización de este día internacional en 1971 supuso "el inicio de la lucha de nuestro pueblo por su dignidad e igualdad, así como la instauración de sus símbolos: sua bandera y el Gelem Gelem, himno de todos los gitanos del mundo". Pero además "se trata de una ocasión para promover un mayor acercamiento y visibilidad de nuestro colectivo en la sociedad, y que conozcan parte de nuestra cultura y valores que nos definen".
Agradeció la oportunidad de presentar oficialmente su entidad, que se suma a otras que integran la comunidad gitana en Melilla y que "luchamos para un mismo objetivo". Explicó que Alollar on Caló es una asociación que quiere desarrollar todo tipo de acciones que contribuyan a alcanzar "la plena ciudadanía de las personas gitanas, a mejorar sus condiciones de vida, así como a promover el reconocimiento de la identidad cultural de la comunidad gitana de Melilla".
Se creó, según dijo, para defender la necesidad de la educación del colectivo, y por este motivo "pretendemos concienciar a las familias gitanas sobre esta necesidad, para que las nuevas generaciones puedan adaptarse a la sociedad actual". Con este objetivo, "vamos a formar y educar a los adultos en esta labor, mediante cursos de formación y una serie de actividades interculturales, para que, a su vez, todas las personas puedan conocer la realidad de la población gitana".
La entidad pretende desarrollar un plan integral dirigido a la promoción de los gitanos melillenses como colectivo con "especiales problemas sociales que precisan de esfuerzos adicionales por parte de nuestra ciudad". El plan contempla unos objetivos generales entre los que destaca desarrollar estrategias de actuación encaminadas a la promoción integral de la comunidad gitana, así como "la prevención, tratamiento y eliminación de las causas que conducen a la marginación de un importante sector de este colectivo".
Otra línea será la de fomentar la participación de la comunidad gitana en todos los procesos que afecten a su desarrollo. Pero de forma especial, buscan sensibilizar a la opinión pública de manera que "se favorezca la convivencia interétnica y la eliminación de estereotipos que promuevan valores positivos de respeto solidaridad y toleración". La asociación apuesta por estimular y facilitar el conocimiento de los sistemas públicos de protección social, mejorando los mecanismos de orientación y acceso a los mismos. En resumen, "la Asociación tiene como objetivo un plan de actuación en el desarrollo educativo, social y cultural del colectivo gitano melillense", indicó Rafael Carmona.
Ceremonia
Acto seguido, los representantes de la Comunidad Gitana se desplazaron hasta el Salón Dorado donde de forma simbólica se llevó a cabo la ceremonia del río, en la que se arrojan flores y velas en recuerdo de las víctimas del holocausto. En el acto participaron además de los representantes de las distintas comunidades melillenses, el propio presidente Imbroda, rubricando así lo que manifestó la presidenta del Instituto de las Culturas, Fadela Mohatar, que aseguró que sin la Comunidad Gitana y su aportación, no se entendería la Melilla de hoy.
En su intervención en la ceremonia, el presidente melillense felicitó a la Comunidad Gitana por este día y dejó de manifiesto que a lo que a los foráneos les resulta llamativo para los melillenses es "una obviedad": la convivencia entre comunidades, porque "en Melilla no hay diferencias de ningún tipo, todos somos iguales y vivimos en paz, libertad y solidaridad".
Afirmó que "éste es el camino a seguir" y que la Comunidad Gitana "esté aquí (en la Asamblea de la Ciudad) de manera natural". Reiteró que en la ciudad se da una convivencia real "con respeto, porque tenemos claro que la ciudad es de todos, y que nos enriquecemos con la cultura de los demás", por lo que mostró su deseo porque lo que se significa la ceremonia del río, la libertad del pueblo gitano, siga siendo su "seña de identidad y que no os falte nunca".
