Hoy hace un mes que falleció nuestro compañero D. Vicente Cobos, profesor de Matemáticas de nuestro centro. Vicente era mucho más que un profesor, era un gran MAESTRO. Sabía enseñar de forma clara, metódica y motivadora y era capaz de transmitir, con su ejemplo, valores o enseñanzas que iban más allá del conocimiento aprendido en la educación formal. Además,fue una persona generosa con sus alumnos, justo en todo momento y un trabajador ejemplar.
A todos aquellos que le conocimos y pudimos disfrutar de su generosidad y su bonhomía, nos queda el consuelo de uno de los versos pitagóricos: «Pero tú ten ánimo. De naturaleza divina son los mortales».
Se nos ha ido un docente que a lo largo de los años que estuvo con nosotros demostró en todo momento su sensibilidad, su profesionalidad y todas las virtudes que debe reunir un MAESTRO que ha dedicado toda su vida a la enseñanza. Se nos ha ido un excelente compañero del que aprendimos todos los días una lección de vida y trabajo: su humildad, su alegría, su buen ánimo ante las dificultades…Una lección que nunca olvidaremos. Así, para nosotros seguirá vivo porque «No muere el que vive en el recuerdo y en el afecto de sus amigos.»
Sin embargo, toda palabra se queda corta para expresar el dolor humano por su partida.
Descansa en paz ¡Hasta siempre MAESTRO!
