A Eduardo De Castro ‘l@s socioslist@s’ locales se lo han llevado al huerto, tal cual han hecho con la Comunidad Musulmana local. Ni le han permitido reunirse con el Ministro de Agricultura (solo le han ofrecido un cargo secundario, entre ellos el tal Almansa), ni le han permitido que lo acompañe Aberchán, o algún cargo de CPM, sólo le han permitido que lo acompañe el viceconsejero de Salud Pública (PSOE) Mohamed Mohamed. La Señora delegada del Gobierno y Gloria Rojas han hecho la robona. ¿No les interesaba participar en el esperpéntico montaje preparado en Madrid? Con estas sucias jugadas queda claro que no les merecemos el más mínimo respeto. Hoy por hoy y con la Orden Ministerial vigente del año pasado, si la Ciudad Autónoma facilita los medios, nada impide traer borregos de Marruecos. De hecho hace 2 años, estando aún latente la alerta de fiebre aftosa en Marruecos, el ministerio permitía la entrada de borregos de Marruecos pero únicamente autorizaba a ello a los mercaderes del ganado establecidos en la ciudad. Osea, con estas historias queda totalmente acreditado que no es un asunto de seguridad sanitaria, es un asunto de ganar pasta a costa de joder al ciudadano, pues el mismo riesgo se corre trayendo los corderos los particulares, que trayéndolos quienes tienen un cebadero en Melilla. La angustia y malaleche te la causan cuando te dicen que un tratante especulador de ganado sí lo puede pasar (no los traen porque no les es rentable, rentables son los manolines -corderos de la Península- que los compran a unos 40 euros y los venden a más de 200 euros) pero los ciudadanos que lo llevamos haciendo toda la vida de Dios, no podemos.
Por Abdelkader Mimón Al-lal
