Destrozos en la carretera del Dique Sur
El fuerte viento y el oleaje han provocado daños en zonas como el Dique Sur
El Consejo de Ministros ha acordado destinar 200.000 euros a las obras de emergencia necesarias para reparar los daños causados por los últimos temporales marítimos de viento y lluvias que sufrió Melilla a finales de marzo y principios de este mes de abril.
En una nota de prensa, la Delegación del Gobierno en Melilla ha informado de que esta medida es una propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y se enmarca en la inversión de 12.390.000 euros para el conjunto de actuaciones en las costas de Melilla, Ceuta, Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia.
En el caso de Melilla, el fuerte viento y la interacción del oleaje han provocado daños en zonas como la playa de la Hípica donde se ha registrado la rotura en las losas de coronación del dique sur, que separa a la ciudad de la linde con Marruecos.
Para reparar este y otros impactos, el Gobierno dedicará 200.000 euros y, en el plazo de dos meses, revisará las medidas adoptadas para valorar su efectividad y decidir si son necesarias obras adicionales para proteger el litoral.
Una vez evaluados los daños físicos y materiales, el acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros hace constar que la especial intensidad de la borrasca de las pasadas semanas exige actuar sin demora para revertir los perjuicios provocados por el temporal en la costa en general y en distintos puntos del dominio público marítimo-terrestre (DPMT).
El objetivo es la pronta recuperación de cara a la próxima campaña de verano.
En este sentido, ante la Semana Santa, la Ciudad Autónoma ha destinado a más de 90 personas diariamente en las playas de Melilla para realizar labores de limpieza tras el temporal, lo que ha conseguido recuperar las situadas en la bahía, no así la de San Lorenzo, debido a la acumulación de agua en la desembocadura del Río de Oro, ni tampoco las de la zona norte.
Entre otros, los vientos intensos y las olas han provocado erosión y pérdida de arena en las playas, las desembocaduras de los ríos y las ramblas. Una situación que puede poner en peligro el uso y disfrute de las playas, incluso frente a temporales de menor intensidad.
Por otro lado, también se han visto dañados algunos chiringuitos en primera línea y elementos de mobiliario urbano como casetas de aseo, almacenes o pérgolas de sombra. También es destacable el impacto en los sistemas dunares, con la desaparición de 200 metros de duna en la playa de Tavernes (Valencia) y el impacto en la de Cabo Pino (Málaga).
El estudio y la adopción de nuevas actuaciones que permitan una protección más eficaz y eficiente del litoral son una prioridad para el Gobierno. La Dirección General de la Costa y el Mar (MITECO) valora caso por caso los efectos de episodios extremos como los temporales acaecidos en marzo y abril en función de las dinámicas específicas de cada tramo de costa, y de si es previsible una regeneración natural espontánea o precisa de intervenciones extraordinarias.