La consejera de Bienestar Animal, Randa Mohamed, ha salido al paso este martes a las críticas y denuncias que lanzaron la semana pasada asociaciones animalistas y el PSOE sobre una supuesta deportación de la colonia de gatos que habita en una zona del Parque Lobera y a la que accede una cuidadora a alimentarlos.
Una denuncia que derivó en una paralización inmediata de las obras de rehabilitación integral en dicha zona del parque por parte del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2.
Mohamed ha tachado de “inventadas” dichas denuncias, dejando claro que ni la Consejería de Bienestar Animal ni la de Medio Ambiente comunicó a la mujer que cuida de la colonia ni a Adopciones Melilla (ADOMEL) que deportase a los gatos ni que los encerrase en jaulas. Ha explicado que los técnicos de la Consejería de Bienestar Animal le comunicaron a la cuidadora que “no tenían noticia” acerca de esa supuesta deportación pero que, en caso de que hubiera una solicitud oficial de que se fueran a llevar a los gatos, a propia Consejería se prestaba voluntaria a gestionar con entidades voluntarias que se los queden.
De hecho, ha asegurado que pudieron contactar con algunas entidades para que se hagan cargo de los felinos y apunta que “no ha habido ningún tipo de movimiento por parte de la voluntaria en llevárselos a los demás refugios”. “En cuanto recibamos una solicitud oficial por parte de Medio Ambiente le diremos que tenemos tal cantidad de plazas y que decida dónde va cada uno”, agrega.
En cualquier caso, ha aclarado que no van a priorizar el desarrollo de las obras por encima el bienestar de los felinos. “Y no hemos dicho que vayamos a encerrarlos en jaulas ni que nos lo vayamos a llevar. Lo único que se le habrá dicho por parte de los gestores de la obra es que no se puede acceder a darles de comer porque es un sitio que está en obras y que es peligroso, por lo que tiene que hacerlo en el perímetro”, explica.
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