El Mercado Renacentista de Carlos V arranca este viernes con un pasacalles inaugural que partirá desde el Parque Hernández a las 19:00h y en el que participarán unas 200 personas pertenecientes a las diferentes asociaciones vecinales junto con numerosos elementos artísticos y animación gigante como cabezudos. Prevén que la cabalgata desemboque en el Foso del Hornabeque, donde se cortará la cinta de inauguración del mercado, sobre las 20:00h.
En rueda de prensa, el presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, Francisco Díaz, ha explicado que han optado este año por el citado parque en lugar del centro de la ciudad para evitar que los elementos gigantes tropiecen con el cableado de los edificios. A esto se le añade el cierre al tráfico de la Avenida Juan Carlos I por las obras de renovación del suministro de agua en la Plaza de España.
Las distintas zonas del mercado
Al igual que en la pasada edición, el Mercado Renacentista de Carlos V contará con cuatro zonas diferenciadas que representarán a cada cultura: la indo-gitana, la amazigh, la castellana y la sefardí. Todas ellas contarán con un monolito explicativo en su entrada para “retrotraernos al siglo XVI”. El Mercado contará con un total de 60 puestos de diversa índole, de los cuales tres son locales y, el resto, de fuera.
El horario del mercado será de 19:45h-01:00h mañana viernes, de 11:00h-14:00h y de 18:00h-01:00h el sábado, y el domingo, último día, de 11:00h-14:00h y de 18:00h-23:00h. La hostelería estará abierta también a mediodía.
Animales
Díaz ha asegurado que están trabajando en traer aves rapaces para que formen parte del mercado, aunque reconoce que “no es tan fácil”, ya que hay que traer a un cetrero.
Accesibilidad, un asunto no resuelto
Ha lamentado que no se haya podido resolver la mejora de la accesibilidad en el recinto amurallado de Melilla La Vieja para que puedan acceder personas con movilidad reducida con una mayor facilidad.
Asegura que estaba todo pactado con la empresa adjudicataria para materializar un ascensor que conectara la Plaza de los Aljibes con la de Pedro de Estopiñán, pero “no valía para personas normales, solo para trabajadores”.
