El delegado del Gobierno, Enrique Beamud, afirmaba que el 60% de los damnificados por la rotura del depósito de agua de Cabrerizas de 1997 ya habían cobrado sus respectivas indemnizaciones y que, para finales de año, se preveía que no quedasen flecos sobre los expedientes tramitados. Sus declaraciones coincidían con el anuncio de la visita de dos ministros: el de Fomento, Rafael Arias Salgado para visitar las obras dependientes de su Ministerio, y la siguiente semana, la del ministro de Defensa, Eduardo Serra. El Gobierno de España se mostraba firme en su predisposición a colaborar para sentar definitivamente las bases del desarrollo futuro de Melilla.