El director del Centro Penitenciario de Melilla, Francisco Rebollo, puntualizó ayer que la agresión a uno de los internos por parte de otros presos, calificada por el sindicato ACAIP como “brutal paliza”, fue de carácter leve y “es un hecho que puede ocurrir en cualquier otro ámbito”. En una nota de prensa, el director de la prisión de Melilla señaló que la levedad de la agresión “se especifica en los informes médicos del interno agredido”. “El número de expedientes disciplinarios de este establecimiento es muy inferior al del resto de centros de la península, siendo en su mayoría por tenencia de objetos prohibidos, y rara vez por agresión entre internos”, aclaró Rebollo.
Lamentó “la alarma social que se crea, tanto en familiares de internos como en el resto de ciudadanos”, con “las desproporcionadas noticias que se publican en la prensa sobre hechos que suceden” en el Centro Penitenciario de Melilla.
También negó que entre los participantes en la agresión del pasado lunes hubiera presos peligrosos, ya que dos de ellos han disfrutado de permisos y no tenían expedientes disciplinarios, mientras que un tercero tiene destino en el centro Penitenciario de Puerto III, aunque ahora está en Melilla a la espera de juicio y su posterior traslado tras su celebración.
Respecto a la denuncia de ACAIP de que estos presos “fueron premiados con destinos remunerados que pagan todos los ciudadanos”, el director de la prisión señaló que los internos trabajadores son seleccionados por la Junta de Tratamiento del Centro, un órgano colegiado del que forman parte diversos profesionales de diferentes ámbitos.
Previamente, un equipo técnico propone, dentro del programa individualizado de tratamiento del interno, la idoneidad del mismo para ocupar las plazas de trabajo remunerado vacantes, aclaró Rebollo.
Por último, felicitó públicamente a los funcionarios que intervinieron en este incidente, “pues de una manera eficaz y rápida solventaron el problema”.
