La Asociación de Vecinos ‘Cabrerizas La Unión’ lamenta el “abandono” de la Ciudad a uno de los barrios más emblemáticos de Melilla, en el que persisten problemas desde hace años como el estado del suelo, el desbordamiento del centro de salud o la ausencia de zonas verdes. Según expone el secretario general de la entidad, Amar Abduláh, los vecinos se sienten “decepcionados” después de que, tras numerosas promesas por parte de los representantes políticos, todo siga igual que antes.
Los vecinos de la barriada de Cabrerizas sienten que han caído en el olvido por parte de la Ciudad. La decepción se hace más que evidente en un barrio con un largo historial de promesas electorales rotas, en el que, a pesar de los años y las reclamaciones, no se subsanan las numerosas deficiencias que conviven en las calles desde hace décadas. Así lo expone a este diario el secretario general de la Asociación de Vecinos ‘Cabrerizas La Unión’, Amar Abdeláh.
“La asociación y los vecinos compartimos un gran descontento: somos el barrio más abandonado de toda Melilla”, lamenta el representante de la entidad vecinal. Según incide Abdeláh, en Cabrerizas se dan “todo tipo de problemas”. Asegura que la lista de deficiencias relacionadas con el mobiliario urbano se hace interminable, aunque destaca que uno de los principales conflictos es el lamentable estado del suelo. “Lo que no puede ser es que en otros barrios, como el Real o el Paseo Marítimo, se estén cambiado las aceras cada dos por tres, mientras que aquí las tenemos rotas desde hace más de medio siglo pero no viene nadie a cambiarlas, a pesar del riesgo a que la gente se tropiece”, reclama.
“Otro asunto muy grave para el barrio es el cierre de la fuente pública”, se queja el secretario general de la asociación vecinal. Según señala, Cabrerizas se ha quedado “de repente” sin agua potable, ya que los ciudadanos se abastecían de este grifo público. “Hace unos meses todavía funcionaba”, recuerda Abduláh, apuntando que “los vecinos están muy descontentos con este asunto”, ya que el agua que llega a los hogares “no es saludable para el consumo humano”.
Promesas incumplidas
Según el secretario general de la Asociación de Vecinos ‘Cabrerizas La Unión’, antes de las elecciones mantuvieron numerosas reuniones con representantes de la Ciudad. En ellas se pusieron de manifiesto la necesidad de acometer mejoras urgentes y también hubo promesas como respuesta. “Pero todo ha quedado en el aire… Eran promesas en vano”, manifiesta Abduláh. Por un lado, afirma que “se nos prometió una nueva guardería colindante al campo de fútbol, en lo alto de Cabrerizas”, ya que, según dice, todos los años hay niños que se quedan sin plazas y permanecen durante más de un curso en lista de espera.
Por otro lado, añade que también se les prometió una solución para poner fin al desbordamiento del centro de salud de Cabrerizas. “Nos reunimos con el presidente del INGESA e incluso planteó diferentes alternativas, como ampliar el ambulatorio o el quipo de asistencia médica”, declara.
Asimismo, Abduláh recuerda que, antes de las elecciones, también se les prometió que, en un futuro próximo, Cabrerizas contaría con zonas verdes. De este modo, los niños no tendrían que jugar en la calle o en la carretera, como señala el secretario general de la entidad. Después de meses sin novedades al respecto, la asociación vecinal asegura que “tenemos mucha decepción”.
Refuerzo policial
“El barrio se transforma de madrugada”, asegura Abduláh. Según relata, aunque lo hace sin querer aportar muchos detalles, Cabrerizas recibe la visita nocturna de numerosos grupos que llegan “con malas intenciones”, “para crear conflictos en el barrio”. Es por eso por lo que, entre otras cosas, la asociación vecinal reclama mayor presencia policial nocturna.
Una asociación vecinal “sin medios”
Según explica el secretario general de la Asociación de Vecinos de ‘Cabrerizas La Unión’, Amar Abdeláh, la entidad no dispone de medios suficientes para realizar los proyectos sociales que quisiera. “Recibimos una ayuda mínima, que sólo sirve para los gastos de administración”, dice. En este sentido, lamenta que han presentado a la Ciudad numerosos proyectos encaminados a combatir el abandono escolar, la delincuencia o el acercamiento de los jóvenes a las drogas, entre otros, pero “no nos los subvencionan”. Aún así, afirma que intentan desarrollar actividades, sobre todo para los niños y jóvenes, así como religiosas, aunque “siempre con los mínimos medios”. Por otro lado, Abdeláh denuncia que, hace dos años, la Ciudad cedió un local a la entidad vecinal, del que aún está pendiente la firma del contrato. “Cuando nos dieron la llave nos dimos cuenta de que no tiene ni agua, ni luz, ni suelo. Es un espacio fantasma”, relata. Por ello, dice que la asociación está usando el garaje de un particular para desarrollar las acciones vecinales.
