El sábado tuvo lugar una asamblea de la Casa de Melilla en Barcelona muy especial. Era la de la despedida de su presidente Rafael Vega Guzmán, que abandona el cargo después de estar 18 años al frente de esta entidad, para aprovechar su jubilación. Varios miembros del Gobierno de la Ciudad Autónoma, encabezados por el consejero de Educación, Juventud y Deportes, Antonio Miranda, acudieron a la Ciudad Condal, para rendir tributo a este melillense y reconocer la labor realizada por Rafael Vega durante las dos últimas décadas. Vega recibió varios presentes, tanto de la Ciudad como de sus propios compañeros de la Casa. La reunión sirvió también para la elección del nuevo presidente, cargo que ha recaído en Francisco Marín Lupiáñez, quien brindó igualmente su reconocimiento a Rafael Vega, que además de dirigir 18 años la Casa en Barcelona, también llegó a ser presidente de la Federación de Casas Regionales de Melilla.
