La tranquilidad total dominaba en los barrios melillenses tras los incidentes protagonizados por un grupo de legionarios de paisano como consecuencia del asesinato de un compañero dos días antes. El joven era enterrado en Málaga mientras los soldados participantes en la revuelta permanecían encerrados en el acuartelamiento.
La Ciudad Autónoma conmemoraba el 13 de marzo, el primer aniversario de la promulgación de la Ley Orgánica 2/95 de Estatuto de Autonomía de Melilla. Con ese motivo se celebraría un acto formal en el García Lorca, en el que el presidente Ignacio Velázquez realizaría su primer balance oficial.