Pocas opciones tuvo ayer la Peña Barcelonista en Motril, fundamentalmente debido a la parcial actuación de los colegiados, que prácticamente no dejaron respirar a los jugadores melillenses con la señalización de un gran número de faltas, la mayoría inexistentes. De este modo, el choque había quedado casi finiquitado al intermedio con el 4-1 que reflejaba el electrónico. Pocas opciones tuvo ayer la Peña Barcelonista en Motril, fundamentalmente debido a la parcial actuación de los colegiados, que prácticamente no dejaron respirar a los jugadores melillenses con la señalización de un gran número de faltas, la mayoría inexistentes. De este modo, el choque había quedado casi finiquitado al intermedio con el 4-1 que reflejaba el electrónico.
También es cierto que el arranque de partido no fue demasiado bueno por parte de los Gabi González, que se vieron muy pronto con un 2-0 en contra. El gol de Javi Varea parece que dio esperanzas a los visitantes, con todavía seis minutos por jugarse, aunque el Mutrayil no tardó en hacer el 3-1 y posteriormente, al aprovecharse de un rechace de Rafa tras el lanzamiento de un doble penalti, logró el 4-1. Los locales gozaron de tres dobles penaltis más, dos se marcharon fuera y el tercero fue detenido por el cancerbero barcelonista. Sin tiempo para más finalizó la primera mitad.
En la reanudación, los azulgranas salieron decididos desde el pitido inicial a reducir las diferencias para intentar meterse en el choque, algo que lograría Mohtar en el inicio de este segundo tiempo (4-2). Los de Gabi González fueron muy superiores, disponiendo de buenas oportunidades para estrechar aún más el marcador. Los árbitros, mientras tanto, siguieron a lo suyo, cargando de faltas a los melillenses e incluso señalizando una increíble pena máxima, que fue transformada por los granadinos. Con un injusto 5-2, y con Wari expulsado, concluyó la contienda.
