El 15 de enero entró en vigor la factura electrónica, lo que obligará a las empresas que trabajan para las administraciones públicas a dejar de presentar la factura en formato papel para hacerlo digitalmente. La Ciudad Autónoma lleva ya un tiempo trabajando en la implantación de este sistema, con el que confía en poder reducir los plazos de pago a proveedores. En la actualidad, la Administración local tarda una media de 45 días en pagar, por debajo de los 60 días establecidos por el Estado para que se considere que no existe morosidad. El objetivo que se ha marcado es pagar en menos de un mes gracias a este sistema de factura electrónica, del que por ahora quedarán exentas aquellas cuyo importe no sea superior a 5.000 euros. El consejero de Economía y Hacienda, Daniel Conesa, aseguró ayer que actualmente son muy pocas las administraciones públicas que pagan en menos de 30 días. La Ciudad Autónoma se encuentra entre las que pagan en menos tiempo en España, aunque quiere seguir mejorando en este aspecto. Para ello, se ayudará de este instrumento de facturas electrónicas, una medida que ha puesto en marcha el Gobierno central y de la que Conesa destacó su importancia. “No me atrevería a calificarla como medida revolucionaria, pero está casi rozando un avance importantísimo en el futuro de las relaciones entre la Administración y los administrados. Ventajas Además, supondrá varias ventajas, sobre todo para los proveedores, ya que se evitarán desplazamientos, lo que supone asimismo perder menos tiempo. En cuanto a la Administración, la factura electrónica permitirá eliminar papel y agilizar el procedimiento de pago a las empresas, sobre todo en cuanto se coja el ritmo al sistema, ya que Conesa se mostró convencido de que en los primeros días dará lugar a problemas que habrá que ir solventando sobre la marcha. El consejero pidió disculpas por ello, si bien destacó el esfuerzo que la Ciudad Autónoma está haciendo para adherirse a este nuevo sistema, que permitirá que el pago de las facturas no dependa de la presencia física de los diferentes responsables que deben firmarlas, entre ellos funcionarios, directores generales o consejeros. Eso será posible gracias a que cada uno de esos actores tendrá su firma electrónica, que será validada mediante el correspondiente certificado digital, instalado en ordenadores o tabletas. De este modo, si un consejero está de viaje oficial puede firmar las facturas cuyo pago dependan de él utilizando el iPad, sin necesidad de estar físicamente en su despacho para que las facturas sean validadas antes de pasar a Tesorería. Para poder solventar este paso sin problemas, los funcionarios, directores generales y consejeros que deben firmar facturas han seguido una formación específica en los últimos días. Además de esta mayor flexibilidad para firmar, otra ventaja del sistema de factura electrónica será que los proveedores podrán hacer un seguimiento del estado de su factura, desde que la presenten hasta que se complete el “circuito de firmas” por parte de todos los responsables de la consejería o sociedad pública municipal en cuestión y sea enviada a Tesorería para proceder al pago.
Cómo presentar las facturas
Para presentar las facturas, los empresarios tendrán que hacerlo a través del Portal de Administración Electrónica FACe (www.face.gob.es), donde tendrán que registrarse y descargarse la aplicación. Esto les permitirá generar electrónicamente la factura con todos los datos, incluyendo el organismo al que van dirigidas. Para ello, habrá que seleccionar la Ciudad Autónoma de Melilla en el directorio, y dentro de él, el organismo al que corresponde pagar la factura, que puede ser una consejería u organismo autónomo dependiente de dicha institución.
La Ciudad Autónoma se conectará a diario con esta plataforma FACe, dependiente del Estado, para actualizar el estado de tramitación de las facturas. Los proveedores también podrán consultar dicho estado a través de dicho portal de Administración Electrónica.
