Vecinos de la Cañada de Hidum denunciaban que las obras de construcción de viviendas ilegales continuaban en la zona, ya que se hacía caso omiso a los precintos policiales que eran retirados sin mayores complicaciones. También señalaban que la construcción ilegal seguía obstruyendo el acceso a una de las paradas de autobús de la barriada. Por otro lado, la situación de los centros de menores que funcionaban en Melilla por entonces, que eran Lucas Lorenzo, Centro Asistencial y Avicena, habían obligado a la Consejería de Bienestar Social a tener que buscar una salida provisional, mientras se articulaba una solución definitiva. La medida, no era otra que acondicionar el Centro Hermano Eladio Alonso, para que pudiera volver a acoger a menores, tanto marroquíes como argelinos.