Mustafa Aberchán, como el candidato más votado de entre los que venían gobernando la Ciudad, se perfilaba como el próximo presidente de Melilla, si la política de pactos no se inclinaba en algún otro sentido o el PSOE no optara por aplicar imposiciones decisivas que alterasen los resultados de esas elecciones. El GIL se convertía en la fuerza más votada, seguida de CPM. Mientras que PP y PSOE sufrían una debacle. De hecho el GIL conseguía 7 escaños, CPM 5, PP otros 5, la UPM 3, el PIM de Enrique Palacios otros 3, y el PSOE 2. La derrota del PP presagiaba el fin de la carrera de Velázquez. Las formaciones políticas hablaban de pactos.
En las elecciones europeas, el PP se convertía en la fuerza más votada y lograba 27 escaños. El puesto 26 era para el eurodiputado melillense Jorge Hernández.