El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, presidió ayer el acto conmemorativo del 170º aniversario de la fundación de la Guardia Civil, que se ha celebrado en el Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada", de Valdemoro (Madrid). En su intervención, el ministro no se olvidó de los agentes que trabajan en las fronteras, especialmente en Ceuta y Melilla. "Cumpliendo con vuestro servicio, afrontáis con entereza los crudos dramas humanos que contempláis cada día y el sufrimiento personal de quienes solo buscan un futuro mejor". Fernández Díaz ha señalado que "no se entiende la historia de España sin la Guardia Civil", que no ha cambiado "en lo esencial". Antes de recordar que desde sus orígenes la Guardia Civil fue considerada como la mejor respuesta para conseguir la paz y bienestar de los españoles, Fernández Díaz ha querido dedicar sus primeras palabras para transmitir sus condolencias públicas por el asesinato ayer de la presidenta de la diputación de León, Isabel Carrasco.
Tras lamentar el crimen y destacar que Castilla y León está "de duelo" por la pérdida de Carrasco, el ministro ha resaltado que el instituto armado no solo ha servido a España, sino que se han convertido también en "parte de su patrimonio y de su marca".
El titular de Interior ha aprovechado su discurso para mencionar el valor y abnegación de los guardias civiles destinados al País Vasco y Navarra, la profesionalidad y "eficacia" de las unidades de información y de lucha antiterrorista, así como para subrayar la cualificación de las unidades de Policía Judicial.
Fernández Díaz estuvo acompañado por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y los directores de la Guardia Civil y la Policía, Arsenio Fernández de Mesa e Ignacio Cosidó, quienes han entregado condecoraciones a diferentes agentes en reconocimiento a su trabajo.
