El PSME-PSOE aseguraba que nunca dio su visto bueno a la remodelación del gobierno de la Ciudad Autónoma llevada a cabo por su presidente, Enrique Palacios y socio de gobierno, al menos no en la forma en que se había desarrollado. Los socialistas desmentían así al presidente Palacios, quien había afirmado que los cambios eran apoyados por todos sus socios. El PSOE ponía en duda la legalidad de la creación del cargo de adjunto a la Presidencia que ostentaba Mimon Mehamed, tras dejar la Consejería de Bienestar Social.
El hijo del presidente del GIL (Grupo Independiente Liberal), Jesús Gil Marín, estimaba que Melilla y Ceuta reunían las condiciones necesarias para convertirse en el Hong Kong español, por su potencial industrial y de comercio.