El presidente del Gobierno, José María Aznar, se reunió en Rabat con el rey de Marruecos, Mohamed VI, un encuentro en el que no hablaron de la crisis política desatada en Ceuta y Melilla “porque no forma parte del capítulo de relaciones que tienen que abordar España y Marruecos”. Además, Aznar consideró que “mi respuesta ha sido tan expresiva que no necesita añadir absolutamente nada. Está muy claro el asunto”. Asimismo, el entonces presidente del Gobierno no quiso avanzar si tenía previsto viajar a las dos ciudades autónomas conforme a la solicitud que le realizaban las fuerzas políticas ceutíes y melillenses. Por otra parte, el presidente de la Ciudad, Mustafa Aberchán, iba a proponer al PSOE y al PP la convocatoria de un Pleno para que Javier de Pro tomara posesión como diputado.