Vaya por delante que soy afiliado y votante del Partido Popular desde antes de que desapareciera la UPM y desde mucho antes de que se llamara así. Y vaya también por delante que nunca desde que soy presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Melilla he participado en política, ni he hecho campaña electoral alguna, ni me he manifestado públicamente…
… sobre mis ideas y mis convicciones; por la sencilla razón de que dentro de la Federación que presido hay asociaciones de muy variados sentimientos y de muy diferentes opciones políticas y no estaría bien que yo me inclinara, en representación de la misma, por una u otra opción. Por eso quiero que quede muy claro que lo que aquí escribo es la opinión de un ciudadano de a pie, de un melillense de adopción desde hace más de cuarenta años que pensó cuando llegó a esta tierra en marcharse a la primera oportunidad y que hoy no la cambiaría por nada. Un ciudadano que ha visto crecer y transformarse esta Ciudad y que la ama profundamente.
Por eso no puedo permanecer callado a la vista de lo que está ocurriendo en esta campaña electoral. Porque clama al cielo que el principal partido de la oposición a nivel nacional, proclame a los cuatro vientos que no pactará ni con el PP ni con BILDU. No tengo muy claro si han pretendido elevar a los segundos al nivel del Partido Popular o rebajar a este a la altura de ellos. En cualquier caso me niego rotundamente a consentir la comparación.
Y clama al cielo que quienes dejaron a este País sumido en una antológica crisis, con una prima de riesgo alrededor de los seiscientos puntos pero con muchos brotes verdes, no quieran ver ahora que las reformas, a veces dolorosas, llevadas a cabo en los últimos años, han rebajado esa prima de riesgo a poco más de los cien puntos básicos y quieran convencernos de que van a acabar definitivamente con la crisis y con el paro con cantos de sirena que ni ellos mismos se creen.
Y también clama al cielo que cinco partidos estén pensando en unirse, si el Partido Popular no alcanza la mayoría absoluta, para desbancar al PP y “gobernar” entre todos. Cinco partidos cuya única ideología común es su afán por quitar de en medio al Partido Popular y cuyos programas sólo coinciden en lo mismo. No sé si alguien en esta Ciudad se cree que un gobierno así puede asegurar la estabilidad de la misma. No quiero recordar lo que pasó en los tiempos del GIL, del PIM y demás compañeros mártires.
Y finalmente clama al cielo que, quienes llevan por bandera la lucha contra la corrupción, tengan que enfrentarse a una petición por parte de la fiscalía de doscientos y pico años de cárcel por varios presuntos delitos.
Por todos estos clamores al cielo, yo pido a todos los melillenses, simplemente, que el próximo día 24 vayamos todos a votar, que nadie se quede en casa, que demos un ejemplo de ciudadanía y de responsabilidad. Y si alguno tiene dudas, me gustaría que cogiera una fotografía de la Melilla de hace veinte años y la comparara con otra de la Melilla actual y, luego, decidiera qué Melilla quiere para todos nosotros. Y a partir de ahí, que cada cual vote en consecuencia.
