Entrevista a Elisabeth García Cortacero, nueva presidenta del Sindicato Médico de Melilla
MELILLA HOY entrevista a la nueva presidenta del Sindicato Médico de Melilla en una etapa de parón en la huelga sanitaria en la ciudad auspiciada por el Comité de Huelga con el fin de intentar sonsacar algunas de sus principales reivindicaciones laborales y sanitarias al INGESA y desconvocar la larga huelga sanitaria en Melilla.
– ¿Cómo se ha gestado su elección como nueva presidenta del Sindicato Médico de Melilla?
– Fue un poco azuzado por os afiliados del sindicato. Tuvimos una Asamblea General en la que se dijo que iba a haber elecciones próximamente, que las de la Junta Personal iban a ser a finales de noviembre, y que la Junta Directiva anterior no quería seguir y presento mi candidatura.
Los afiliados comentaban que la gente joven debería de dar un paso adelante porque, al fin y al cabo, buscamos mejorar el futuro (de la sanidad).Hablamos con compañeros y vi que podía rodearme de un equipo muy bueno, y me vi muy respaldada, y un poco presionada, para presentarme e intentar darlo todo para conseguir una sanidad decente.
– Entonces te pensaste poco el dar el paso para presentar tu candidatura, ¿no?
– Bastante poco sí (risas). Me he metido en una aventura que no sé cómo va a acabar, pero, de momento, está siendo intenta.
– ¿Cuáles son los objetivos que te marcas en esta nueva etapa que afrontas al frente del Sindicato Médico?
– El culmen sería que consiguiéramos la mayoría de reivindicaciones que pedimos (para la sanidad en Melilla). Tenemos que hacer de Melilla un sitio atractivo para que venga gente joven a trabajar.
Necesitamos hacer muchos recambios de especialistas que son mayores y que no han podido hacer la formación MIR por el tiempo en el que se formaron y porque ya están muy cansados evidentemente de trabajar en Melilla, un sitio con muchos déficits y carencias. Ya han dado de sí y tienen que dejar paso a gente joven, con ganas, y que pueda.
Además, justo hoy (por este miércoles) acaba el plazo en el que llamamos al INGESA para hacer una tregua de la huelga.
– ¿Y ha sido receptivo el INGESA con vuestras reclamaciones?
– Pensábamos que iban a aprovechar este guante que le hemos lanzado. Hemos dado una tregua muy generosa y, aunque entendemos que no íbamos a conseguir todos los puntos que queríamos a 1 de noviembre, tan solo queríamos que el INGESA nos elaborara un documento en el que se reflejaran los distintos puntos que nos habían llevado a la huelga, qué progreso se habían obtenido al respecto y, sobre todo, hablar de plazos, porque somos conscientes de que estas cosas no se pueden hacer de un día para otro porque necesitan tiempo y preparación, pero queríamos al menos que se reflejara el interés por su parte de fueran a cumplir tales plazos y, si no, pues ya veríamos, pero es que no hemos tenido ni siquiera ese documento.
Nos hicieron uno al principio en el que nos intentaron hacer alguna triquiñuela, nos intentaron engañar, y al final se tuvo que echar para atrás y no han sido capaces de elaborar uno nuevo.
– ¿Cuáles eran los puntos más urgentes que le propusisteis de resolver al INGESA?
– Los que podían ser más factibles y, por el momento, los más abordables, era que la guardia de los sábados se pagase a 24 horas en vez de a 17, que es lo que estamos recibiendo ahora. Una medida muy sensata y que nos dijeron que podía ser fácilmente conseguible y que, al final, nos la echaron para atrás.
Luego, otra medida que nos dijeron que podía ser probable y que consiguiéramos pronto, es que los que tienen guardia localizada después de estar cuatro horas en el hospital se les pagara como una presencia.
Eso son los dos puntos que nos dijeron que podrían conseguirse de forma más temprana junto con el aumento de las horas de guardia, ya que Melilla tiene una de las peores horas de guardia pagadas de toda la península, lo que pasa es que con el pequeño descuento que tenemos con el IRPF sale mejor que en otros sitios, pero tenemos una de las peores horas de guardia pagadas de España.
Pero no vemos a penas compromiso y esperanzas cada vez tenemos menos. Somos conscientes de que el INGESA no puede tomar esa decisión por si solo, necesita siempre el permiso de Hacienda, pero si hubiésemos visto al menos un compromiso y un interés por tramitar algo o hablar con Hacienda, que no lo hemos visto, quizás la cosa hubiese sido distinta, pero ahora mismo estamos bastante desilusionados y, sobre todo, decepcionados.
– ¿A qué crees que se debe esta falta de compromiso por parte del INGESA?
– Pues yo creo que a nadie en Madrid le interesa ni Ceuta ni Melilla.
Somos dos poblaciones pequeñas, no hacemos ruido suficiente como para que seamos publicidad para nada. Quizás una ciudad o una comunidad con una población suficiente que ellos puedan ver como votos. Nosotros somos muy pequeños con una población de 80.000 habitantes en Melilla y eso no se va a notar nada en una urna en unas elecciones. Entonces, yo creo que a nadie le interesamos lo más mínimo.
Los melillenses no les importamos lo suficiente al Gobierno central ni al Ministerio de Sanidad, y tampoco, al final, la gente del INGESA utiliza nuestros hospitales, ellos irán a los hospitales de Madrid y nadie utiliza ni son conscientes de las carencias que tiene la sanidad en Ceuta y Melilla.
Por lo tanto, se juntan esos dos factores principalmente.
– ¿Qué ves más probable: que acepten vuestras demandas, o que se prolongue la que ya es la huelga más larga de la sanidad española’ en Melilla y Ceuta?
– Me gustaría decirte otra cosa, pero yo no le veo un fin pronto. Es más, si hubiese visto que esto se podría haber acabado pronto, no hubiera entrado en el sindicato. Y me he aventurado a entrar porque creo que hace falta darle mucho tirón a esto todavía, el sindicato de antes era poco proactivo y creo que necesitaba un empujón, agarre y un poquito de agresividad para que nos hagan caso desde arriba porque estamos siendo ninguneados. Probablemente el Ministerio de Sanidad ningunee a INGESA, pero a nosotros el INGESA nos tiene en una situación de abandono absoluto.
Por lo tanto, yo creo que a esto le queda tiempo por desgracia.
