El 23 de marzo de 1914 José Ortega y Gasset pronunció un discurso en el Teatro de la Comedia (Madrid) titulado “Vieja y nueva política”, que sirvió de presentación de la recién creada Liga de Educación Política Española y de sus ideas de reforma, de regeneración política, de impulso de las libertades, de aproximación a Europa y de fomento de la educación y de la ciencia en España. Junto a Ortega y Giner de los Ríos se encontraban los principales pensadores españoles que formaron la Generación del 14 (a veces se dice 13). Ese ideario tenía su origen en el deseo de traer aire fresco a la vida española para superar el trauma y el pesimismo producidos en la población por la pérdida, en 1898, de las últimas colonias, Cuba, Puerto Rico y Filipinas; así pues, para superar el pesimismo y evitar mirar sólo al pasado decidieron mirar hacia delante, para reformar la España “caduca”, y acercarla a la modernidad, a la ciencia y a Europa. Se incorporaron a la difusion de esas ideas figuras destacadas de diversos ámbitos intelectuales: escritores como Madariaga, Pérez de Ayala, Eugenio D´Ors; médicos como Marañon y Ramón y Cajal; matemáticos como Rey Pastor; los historiadores Menéndez Pidal, Américo Castro, Sánchez Albornoz; el poeta Juan Ramón Jiménez, etc. Fue una generación que no quiso dejar los asuntos políticos exclusivamente a los políticos “profesionales”.
Como conmemoración del centenario de esta Generación del 14, que tenía la ilusión de “mejorar” nuestro país, la Biblioteca Nacional ha organizado en su sede de Paseo de Recoletos (Madrid), junto con Acción Cultural (ACE), una magnífica exposición en la que se exhiben obras, fotografías, recuerdos, cuadros de pintores de esa época, de Blanchard, Gargallo, Miró, Picasso; también ediciones primeras de libros de Ortega, Juan Ramón Jiménez, e incluso publicaciones de científicos extranjeros que visitaron las Universidades y la Residencia de Estudiantes, como Einstein y Freud. Esta iniciativa tuvo una vida latente durante los años de la Gran Guerra, desencadenada en julio de 1914, pero su influencia se prolongó en el tiempo y, hoy, la recordamos.
Ciertamente, es mucha la distancia de la España actual en el orden económico, social, sanitario y, sobre todo respecto a la integración plena en Europa, que nos da seguridad y esperanzas fundadas de reducción y control de los “vicios” clásicos, que ayuden a corregir la influencia del norte más honrado: pero, tras recorrer la exposición, una vez repasado el discurso de Ortega de 1914 comprobamos que existe un gran paralelismo con muchas cuestiones políticas y sociales que tanto preocupaban a la sociedad española. Parece que no ha transcurrido un siglo y todavía, hoy un siglo más tarde, padecemos muchas de las mismas angustias que aquellos pensadores sufrieron y denunciaron sobre nuestra convivencia por falta de limpieza política y de libertades. Les preocupaba:
Primero.- La unidad de España y fomentar una nueva España, no caduca; fue una premisa reiterada de Ortega y los pensadores de la Liga de Educación Política. Veían como causantes de la mala gestión gubernamental a la Monarquía, a la inconsistencia de los partidos políticos y a los políticos que respaldaban gobiernos débiles. Esta debilidad se reflejaba en los separatismos nacionalistas que acreditaban que, aparentemente, el único vínculo de estos con el resto de España eran los intereses comerciales; actualmente está acrecentado y crecido el nacionalismo que pretende la ruptura de España.
Segundo.- La necesidad de regeneración política; los vicios del caciquismo y localismo en el sistema electoral, la corrupción incontrolada y el incumplimiento de las leyes.
Tercero.- El impulso de la Educación y de las nuevas técnicas y de la ciencia. Mucho hicieron estos españoles para estimular a las autoridades para modernizar los programas de investigación y de educación, y hay que reconocerlo, encontraron respuesta favorable del Ministerio a través de la Junta de Ampliación de Estudios, que desarrolló las actividades a través de la Residencia de Estudiantes e instituciones diversas, como el Consejo de Investigaciones Científicas.
¡Cuánta falta hace hoy una Junta de estas características y mirar hacia los países que gestionan la educación con éxito, huyendo de enseñanzas “localistas” y cerradas! Otra vez los mismos temas, siempre los mismos temas en España ¿no seremos capaces de establecer, de una vez, un sistema electoral con métodos para evitar el caciquismo (ahora nacionalismo y localismo) y leyes anticorrupción?. ¿No seremos capaces en el siglo XXI de hacer cumplir las leyes a las autoridades separatistas que sólo actúan en interés de su territorio o partidista?. ¿No podemos tener una educación que forme y de ejemplo basada en el mérito y el esfuerzo?. ¿No seremos capaces de que las autoridades actúen con lealtad a los españoles y a España?
CONCLUSIÓN: La exposición sobre la Generación del 14 que exhibe la Biblioteca Nacional, recuerda la importante influencia de Ortega y Gasset y tantos pensadores españoles, que lucharon para mejorar a España. Deseaban que nuestro país mirara al futuro, se acercara a Europa, modernizara la educación y abandonara los vicios de la corrupción y las prácticas del mal gobierno.
Club Liberal Español (www.clubliberal.org)
