Pues sí, mi querido Pepe Iserte, tenias toda la razón y, tal como quedamos rectifico mi parecer sobre el restaurante con nombre de picante japonés. Lamento mi obstinado proceder y haberme negado a compartir ese maravilloso aperitivo del que desfrutasteis mi hermana y tú. También deploro el haberos llevado a comer a otro, "afamado", restaurante de Melilla y el fiasco que resultó la dichosa comida.
No menciono el nombre del, tristemente, famoso restaurante porque el mencionarlo no entraba en nuestro compromiso. Me comprometí a reconocer mi error referente al Wasabi, del que salisteis más que contentos, alabando su calidad, el muy buen servicio o atención. Pero no me comentasteis nada sobre la limpieza, incluidos aseos, ni del espacio (muy agradable) y su comodidad.
Como verás, aunque algo tarde, cumplo mi palabra y paso a la acción. ¡Ah!, no del todo pues también llegamos al acuerdo de que públicamente tendría que comentar sobre la escasa calidad de los arroces en Melilla y la enorme diferencia de variedad, del arroz que hay en otros sitios de España, no precisa y exclusivamente del Levante.
Sabes que en esto estamos totalmente de acuerdo. Así como que en el Levante te puedes comer el mejor (o peor) arroz del mundo. Y como en nuestro empeño también está el recomendar que se trajeran a un maestro arrocero, para que en Melilla se disfrute con la afamada gramínea tan valenciana.
Quiero dejar constancia de que no me une ningún tipo de amistad con el propietario o propietarios del citado restaurante. Solo cumplo con aquello que prometí a mi gran amigo/cuñado D. José Iserte. Un abrazo Pepe y Pili (mi dulce hermana).