El autor, Marcos R Pérez, retrata las tensiones generadas en el norte de Marruecos y el trabajo de los servicios de información españoles a mediados del siglo XX
Hace ya un par de meses que la editorial Avant editó la primera novela del historiador y periodista melillense Marcos R Pérez, amigo y colaborador de este medio desde hace muchos años, un proyecto que, según nos comenta el autor, llevaba varios años macerando, aunque será finalmente la edición de un ensayo sobre la revuelta rifeña del año 1959 la motivación final que le llevó a escribir esta novela. Según nos comenta, la idea nació a la par que iba desarrollando su investigación, ya publicada en Ceuta, “una forma de intentar ver y entender el conflicto narrado en aquel ensayo de una forma diferente ya que estamos hablando de una novela, es decir, una ficción”.
Pero siendo una ficción lo cierto es que la trama de la novela se desarrolla en el marco de unos sucesos que sí existieron y una serie de acciones que se llevaron a cabo. “En efecto, la revuelta rifeña se produjo y las tensiones entre España y Marruecos también, algo que como es lógico, afectó a la relación entre Melilla y su entorno. Pero es que además hay otros hechos que se produjeron en aquellos años, menos conocidos, como por ejemplo la migración de judíos marroquíes a través de la ciudad con destino a Israel. Este asunto también se trata en la novela”.
Uno de los aspectos más reseñados en el relato es también el trabajo que desarrollaron los servicios de información españoles que, en aquella época eran exclusivamente militares. “Claro, era la conocida como segunda sección, que en el exterior se llamaba segunda sección bis. Cuando cesa el protectorado español en Marruecos, el gobierno español dejó operativas varias delegaciones en la zona que dependían de Ceuta y en menor medida de Melilla, entre otros motivos porque durante unos años siguió viviendo una comunidad española en Marruecos y, por otro lado, la repatriación de las unidades del Ejército español se alargó hasta el año 1961”. El autor nos confiesa que fue muy interesante su labor investigadora y el hecho de poder tener en sus manos documentos elaborados en su día por algunos oficiales de la segunda sección bis. Y es que para un historiador es fundamental acceder a las fuentes documentales. Pero, ¿cómo era esa documentación? “Bueno había dos tipos de documentos, las notas informativas y los informes propiamente dichos que eran bastante más amplios y conllevaban algún tipo de análisis en alguna ocasión. En cualquier caso, lo más habitual era lo primero y ello nos ofrece información de primera mano sobre todo lo que ocurría en la zona cercana a Melilla. De hecho, España poseía más información sobre el número de rebeldes sublevados que el propio Marruecos”.
La novela por tanto no solo pretende acercarnos de una forma amena el conocimiento de aquellos sucesos, las tensiones poscoloniales y la relación que mantuvo Melilla con su entorno cercano, en concreto la villa de Alhucemas, sino que en el fondo es un homenaje a todas aquellas personas que trabajaron para la segunda sección en un momento de cierta precariedad de medios. “Es cierto que había precariedad de medios, pero se compensaba con el esfuerzo de aquellos militares que lo hicieron lo mejor posible.
El componente humano era esencial en aquellos años donde las tecnologías eran embrionarias y más en un país como España”. Un último aspecto a destacar en la novela es el protagonismo que también tiene la población rifeña pues fue clave para entender el conflicto generado en el Rif en aquellos años. “Efectivamente, he intentado acercarme a esa cuestión a través de dos personajes pues la visión que tenían era diferente y muestra las contradicciones en las que incurrió parte del pueblo rifeño, atrapado en una disyuntiva evidente, a favor de la sublevación o en contra de ella”. En cualquier caso, los personajes clave son tres militares españoles con alguna peculiaridad. “Exacto, tres militares de tres generaciones distintas y con visiones diferentes de la acción española en Marruecos, pero dejemos al lector que descubra por sí mismo esa curiosa relación entre los tres”. ‘Volver al Rif’ en definitiva es una novela que nos sumerge en un período apasionante de la historia del Rif y de Melilla un momento en el que, como afirma el autor, las tensiones poscoloniales marcaban el ritmo de la vida diaria en nuestra pequeña ciudad norteafricana y también en el entorno. Y es que la novela también nos acerca a la vida cotidiana de muchos de los españoles que tuvieron que expatriarse desde el antiguo protectorado hacia España en un desgarro emocional poco estudiado a nivel historiográfico, aunque sí ha sido tratado de diversa manera en el ámbito literario. “No debemos olvidar que muchos españoles habían nacido en Marruecos y otros tantos habían rehecho su vida ahí. Para ellos fue difícil la salida a diferencia de los funcionarios del Estado que siempre lo tuvieron más fácil. Los lazos emocionales estuvieron presentes en unas gentes que sentían como propia esa tierra y se sintieron olvidados por parte del gobierno español. Para entender esa situación no hay más que visitar los cementerios españoles que hay por la zona”.
Una novela en definitiva salpicada de matices diversos que intentan atrapar al lector en un viaje al antiguo protectorado español en Marruecos.
