Al parecer, el diputado local del Grupo Socialista se olvida de que durante las dos legislaturas presididas por José Luis Rodríguez Zapatero, no llegó a salir adelante ninguna promoción de viviendas sociales. La vivienda ha sido permanentemente un tema polémico en la mayoría de las ciudades españolas y su falta, un tema de naturaleza endémica en Melilla, como lo prueba el hecho de que cada vez que se ofrece una promoción de VPO, son miles los residentes en la ciudad que intentan hacerse con su titularidad, lo que origina las ya consabidas polémicas.
La semana arrancaba con el anuncio por parte del consejero de Fomento, Juventud y Deportes, Miguel Marín, de la construcción de otras 500 viviendas de VPO en los próximos años. El proyecto es fruto del acuerdo marco alcanzado entre la Ciudad Autónoma y la empresa estatal de promoción de vivienda y suelo SEPES. Además, aunque sin precisar con exactitud, adelantó que la inversión podría estar en torno a los 60 millones de euros.
Una noticia, sin duda, de las que la ciudadanía agradece por ese déficit constante que padece Melilla en base a que por su extensión inamovible de sus trece kilómetros cuadrados, salvo algún puñado de metros cuadrados que se puedan ganar al mar, son pocos los espacios con posibilidad de servir de base a nuevas construcciones, una situación que dificulta y encarece las nuevas promociones.
Lo que, sin duda, ha beneficiado la ausencia de terrenos son las permutas entre el Ministerio de Defensa y la Ciudad Autónoma derivadas de la unificación de los acuartelamientos melillenses en la Base Alfonso XIII, que han permitido la construcción de algunas promociones melillenses.
Ahora, es Francisco Vizcaíno quien ha salido al paso de las declaraciones de Marín asegurando que como en otras muchas materias, en construcción de viviendas, la gestión del Gobierno del PP ha sido muy escasa y deficiente
Y es que al parecer el diputado local del Grupo Socialista se olvida de que durante las dos legislaturas presididas por José Luis Rodríguez Zapatero, no llegó a salir adelante ninguna promoción de viviendas sociales en la ciudad y aunque se llegó a un acuerdo entre el Gobierno Central y el Ejecutivo melillense, presidido por Imbroda para dotar a Melilla con 600 nuevos pisos, a consecuencia de diferentes problemas sobre los terrenos sobre los que debían asentarse no se empezó a construir ninguna hasta que el Gobierno de la nación cambio de color político con la llegada del presidente Mariano Rajoy del Partido Popular, cuyo gobierno reactivó el acuerdo para empezar a construir.
