Todos los grupos políticos de la Asamblea de Melilla, junto con responsables políticos de la Delegación del Gobierno, empleados públicos y otros ciudadanos, guardaron ayer lunes varios minutos de silencio para protestar contra la violencia de género, “una lacra que hay que acabar como sea”. El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, afirmó al término de esta concentración que “la única fuerza que tienen los ciudadanos son estas muestras de solidaridad con el silencio, que viene desde dentro y hace aflorar los sentimientos más profundos por estos hechos tan desagradables e injustos en los que se violenta a la mujer”.
De Castro se refirió al caso de las hermanas Olivia y Anna en Tenerife, cuyo asesinato “ha puesto a España y a todo el mundo con la piel de gallina”, pues el padre, supuestamente, “lo único que quería era dañar a su mujer con lo que más daño le puede hacer: matándola en vida quitándole lo que más quiere, que son sus hijos”.
También hizo alusión al caso de la joven de 17 años asesinada en Sevilla, y que, en palabras de De Castro, es otra muestra de “esta lacra que no está invadiendo y no para de crecer”, lo que obliga a “estar continuamente reivindicando porque no es de recibo esta circunstancia”.
Más víctimas que por terrorismo
Así, recordó que, desde 2013, son 41 niños los que han sido asesinados por violencia de género, y desde el inicio de las estadísticas hay 1.096 mujeres que también han sido víctimas de ella. “Hay más víctimas incluso que en la peor época del terrorismo en este país”, afirmó De Castro.
En este punto, confió en que se adopten “las medidas legislativas apropiadas” y las cifras empiecen a descender porque se haya conseguido erradicar la violencia de género.
“Estos pobres niños no tienen ninguna culpa, así que una esperanza que tenemos todos es que esto, alguna vez, empiece a remitir y se acabe con este crimen tan execrable”, concluyó De Castro.
