Después de tres encuentros consecutivos sin ganar, la U.D. Melilla sumaba ayer un triunfo de oro en Lepe. Los de Carlos Granero se impusieron por la mínima a uno de sus más directos rivales en la lucha por la permanencia, en un choque intenso, jugado de poder a poder y en el que las ocasiones brillaron por su ausencia.
En esas circunstancias, y tras una primera mitad en la que fueron los locales quienes más lo intentaron, aunque sin peligro, el Melilla salió ganador, tras un segundo tiempo en el que fue mejor y aprovechó una de sus pocas ocasiones, cuando David Álvarez batió a Bocanegra.
También tuvo el partido lugar para la polémica en el minuto 16, cuando el colegiado no señaló un penalti de Baquero sobre el visitante David Álvarez, en una acción muy protestada por los melillenses y que terminó con la expulsión del técnico visitante, Carlos Granero.
Los dos equipos mostraron desde el inicio su miedo a perder que hizo que el choque se desarrollase casi por completo en el centro del campo. Luchando por hacerse con el control del balón e intentando impedir que el rival crease juego, unos y otros se olvidaron de buscar la puerta contraria. Así, las únicas acciones ofensivas del Melilla se limitaron a un par de centros al área grande sin demasiado peligro y que la defensa local abortó sin excesivos problemas, y a la mencionada jugada del penalti en una internada de David Álvarez que acabó con éste en el suelo ante la entrada de Baquero.
Tampoco los locales brillaron en esta primera mitad, aunque sí consiguieron generar algo más de peligro que su rival, sobre todo en jugadas a balón parado. Así, en el minuto 6 era Manu Ramírez el que disparó alto desde la frontal, tras el saque de una falta. Probaba de nuevo suerte el jugador local en el 14’, en otro lanzamiento de falta que, esta vez, se paseaba por delante de la portería.
Ya a la media hora de juego, la ocasión la tuvo Lolo en una falta directa, pero el meta melillense despejó sin excesivos problemas. Y en el minuto 38 llegaba la más clara de los leperos, en un disparo cruzado de Iván que detuvo de nuevo Dani Barroso.
En la segunda mitad, el Melilla sólo se vio inquietado en los primeros cinco minutos, tras un taconazo de Chaco que Iván remató alto, solo ante Dani Barrio.
Pero a continuación, el Melilla mejoró, tras el cambio realizado por el técnico Carlos Granero, dando entrada a Nacho Aznar en el puesto de Chupe. El cuadro azulino ganó en profundidad y también dominó el tempus del encuentro. Se mostró infranqueable en defensa y poderoso en el centro del campo con Diakité y Dani Álvarez.
Lo que pudo ser el 1-0 pasó a ser el 0-1 en el minuto 65, tras un remate con el exterior de la pierna derecha de David Álvarez, desde la esquina del área. El balón cogió a traspiés al meta Bocanegra, que no pudo frenar el esférico cuando este, empujado por el viento, se colaba en la portería onubense. Con el marcador a favor, el Melilla dio un paso atrás, cerrando filas en torno a su portería y dejando la iniciativa al San Roque que se estrellaba una y otra vez ante el buen hacer de los melillenses.
De ahí al final, los centros y los balones largos buscando la espalda de la defensa rival fueron el único argumento ofensivo de un San Roque bloqueado y maniatado por el rival. El Melilla se salió con la suya, se adelantó en el marcador e incluso a la contra pudo sentenciar el partido, aunque finalmente supo salvaguardar su ventaja hasta el pitido final para hacerse con tres puntos que pueden resultar decisivos ante un rival directo.
