Los vecinos de la calle Carlos Ramírez de Arellano han recogido 70 firmas contra las obras que se van a llevar a cabo, rúbricas que entregaron al consejero de Fomento en el encuentro que mantuvieron hace unos días para mostrar su rechazo. Antonio Barranquero, propietario de uno de los comercios, cree que la actuación no es necesaria, que la inversión de casi 800.000 euros se podría invertir en algo más provechoso y que acarreará más pérdidas al sector. Sin embargo, "él tiene un proyecto", dijo por el consejero, "y va a salir adelante", lamentó. La reunión entre los vecinos de la calle Carlos Ramírez de Arellano y el consejero de Fomento no ha dado sus frutos, no, al menos, según lo que quieren los primeros. Antonio Barranquero, propietario de uno de los negocios de la zona, explicó a MELILLA HOY que en el encuentro con el consejero mostraron su disconformidad con la actuación que se va a acometer, ¿por qué? "Van a suprimir muchas plazas de aparcamiento", insiste el comerciante, que no cree que el melillense se acostumbre a ir al centro andando, teniendo en cuenta que la actuación de la Consejería de Fomento va en sintonía con el plan de movilidad urbana sostenible, dando prioridad al peatón y a los ciclistas. Se va a construir una plataforma única, sin obstáculos, hasta el Parque Hernández, con aparcamientos para bicicletas, "¿para qué?", se preguntó Barranquero. Para quién las use, ¿no? "Eso dice él", contestó por el consejero de Fomento, pero al comerciante no le convence la idea, de la misma forma que tampoco le convence a Yibrán, el propietario de una de las cafeterías de la zona.
Alrededor de cuarenta comercios se verán afectados por las obras, según Antonio Barranquero. Durarán cinco meses, temiendo que durante este tiempo los comercios se verán afectados por dichas obras y que las pérdidas que acarreen no se compensarán después: "Estas obras pueden llevar a más pérdidas" y "no son necesarias". Antonio Barranquero considera que la inversión, de 769.000 euros, hace más falta en otros barrios que en esta zona y que en Carlos Ramírez de Arellano sólo haría falta reparar las aceras y mejorar la iluminación, porque "hay sitio suficiente para el peatón", considera el comerciante.
“Melilla no necesita esto”
Teniendo en cuenta que "no han contado con nosotros para nada", por no haberse reunido el consejero de Fomento con los vecinos antes de presentar el proyecto que se va a acometer, han recogido firmas en contra de las obras que le entregaron en la reunión que mantuvieron hace unos días. En concreto, son 70 las rúbricas en contra de esta actuación, pero el proyecto "va a salir adelante", lamentó Antonio Barranquero, que confía en que, al menos, los aparcamientos cercanos, Isla Talleres y Cruz Roja, estén pronto en funcionamiento para solventar los problemas de aparcamientos, una de las cuestiones que más le preocupa. "Melilla no necesita esto y las obras van a tardar mucho", alrededor de cinco meses. La previsión es que comiencen entre septiembre y octubre.
