DESDE MI OTERO

Vacunación anti COVID-19 o la controversia que no cesa

El sistema MOSE, es el proyecto italiano de diques móviles regulables, que tienen como misión evitar las inundaciones de la ciudad de Venecia, que las mareas del mar Adriático causan cada vez de forma más frecuente; el problema es que su construcción iniciada en 2003, estaba prevista para 2014, pero solo pudo experimentarse con éxito en julio de 2020, tras más de 16 años, poniendo a prueba la paciencia de los venecianos.
Hay cierto paralelismo entre este proyecto y la estrategia de vacunación del COVID-19, porque aunque se está demostrando el papel de ésta como “dique de contención” de los contagios, su ejecución -plagada de múltiples anuncios incumplidos- está originando retrasos, que causan importantes costes (humanos, sociales, económicos, ..). Al menos en nuestro caso -entre sus causas- “sólo” se hallan la incapacidad, la imprevisión y la ineptitud, pero no se conoce que la corrupción lo sea, como en el caso italiano.
La controversia sigue siendo una constante en el tema, y como ya se preveía -ver mi anterior colaboración-, se han desbloqueado los usos autorizados de la vacuna de Janssen -la de Astra Zeneca ya lo había sido en parte, quedando aún pendiente la que afecta a cientos de miles o millones de personas, que también lo será-. No nos podemos quedar o conformar en que solo vaya a existir un retraso, es un craso error, porque ese efecto dique necesita su tiempo para alcanzarse, y ese supuesto “simple retraso” de 10 días es algo más, porque supone “desperezar” un aparato logístico, en el que este goteo contínuo de “arre y so”, afecta a puntos críticos del procedimiento como la citación de ciudadanos y su confianza en las vacunas.
Hay demasiado uso ventajista por nuestras autoridades, de las herramientas que su posición les da, ese es el caso de proponer el cambio de pauta de vacunación porque la logística falle, cuando lo que se debería de hacer es propiciar la vacunación masiva; para ello deberían utilizarse todas las vacunas autorizadas en Europa, y desechar la “retransmisión por altavoces” de los efectos secundarios que está ocurriendo, fruto de la pugna existente entre farmacéuticas y de base primordialmente económica -en mi opinión-.
Al menos la Agencia Europea del Medicamento no lo ha permitido, y se remite en cualquier caso a la ficha técnica; además se debe de señalar que la inmunidad de grupo, se hace en base sólo a los vacunados con la pauta completa, sea una o dos dosis en su caso.
Por último, esa desconfianza -cuantas veces he debido de usar esta palabra en los doce últimos meses-que ello causa en la ciudadanía, es muy importante por su papel en la tan ansiada recuperación de la economía, inexistente hasta ahora con la llegada de los ERTEs, y los EREs -BBVA y CaixaBank abren el pelotón, y desgraciadamente no serán los últimos-, mientras que los fondos europeos para la recuperación los están peinando en los distintos parlamentos europeos.
En el ámbito local, vaya por delante mi respeto y comprensión a la hostelería, porque es sin duda de los sectores más golpeados por la crisis sin menospreciar a otros sectores también muy duramente afectados, mi comentario responde a que no comprendo el que las nuevas regulaciones de Salud Pública -dos distintas en 3 días-, hayan causado cierta satisfacción en la dirección del sector.
Y lo justifico en las dos cuestiones siguientes, la primera ¿qué avances ha supuesto para el sector? La segunda y más importante -refuerza a la anterior-, ¿qué fundamentos tenían y tienen esas medidas, que permiten su cambio sin existir modificaciones sustanciales en la realidad epidemiólogica?
Comparto que la limitación -selectiva- de la movilidad, es una piedra angular en el control de la transmisión, pero no comparto que la línea fundamental -y a veces exclusiva- sea la restricción de la hostelería, y si la imposibilidad para las otras líneas posibles, está ligada a una limitada capacidad de recursos de diversa índole, dígase claro y explíquese, pero no se haga lo más fácil o cómodo, porque sea lo único posible. No obstante, si ese es el criterio del gremio, no seré yo quién lo discuta a quiénes están padeciendo esta crisis de modo tan severo.

N.A.- Del final del Estado de Alarma, solo les diré que visto lo visto, espero su llegada con ganas.

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