Lo que sí abruma, y bastante, a Mateo es la negativa y grave repercusión que para Melilla como punto de destino turístico están teniendo las noticias en torno a la valla melillense que reflejan en los últimos tiempos los medios de comunicación nacionales e incluso internacionales y además con el nuevo añadido de las posibles enfermedades contagiosas que pudieran padecer los inmigrantes. Los vuelos cancelados en la mañana de ayer por efecto de la neblina no han favorecido el mejor comienzo de las vacaciones semanosanteras en la ciudad. Y aunque contra la climatología, en ocasiones, no se puede luchar, sí es posible mejorar las condiciones del limitado aeropuerto melillense, con la ampliación de horarios, aparataje y competitividad entre compañías. El fin, intentar superar o al menos mantener ese listón de un millón de viajeros que el pasado año pasaron por las instalaciones tanto aeroportuarias como del Puerto melillense.
Y es que, si la importancia de las comunicaciones es grande para la calidad de vida de la ciudadanía y para sus repercusiones en la economía de cualquier ciudad, en Melilla se tornan absolutamente vitales. De ahí la preocupación en determinados sectores por la resolución del nuevo contrato marítimo que en la última semana del mes figurará en la orden del día del Consejo de Ministros para decidir en junio cuál será la naviera titular a partir de septiembre. Una preocupación ésta que ya reiteradamente ha intentado disipar el presidente del Patronato de Turismo, Javier Mateo al señalar que en las condiciones se contemplarán mejores barcos, navegación y precios.
Pero lo que sí abruma, y bastante, a Mateo es la negativa y grave repercusión que para Melilla como punto de destino turístico están teniendo las noticias en torno a la valla melillense que reflejan en los últimos tiempos los medios de comunicación nacionales e incluso internacionales y además con el nuevo añadido de las posibles enfermedades contagiosas que pudieran padecer los inmigrantes. Una situación que está generando el hecho de que algunos operadores se decanten por utilizar el aeropuerto de Nador en lugar de los transportes vía Melilla para acceder a los resorts de Saidia. Teniendo en cuenta que el tránsito de pasajeros hacia el complejo turístico marroquí el pasado año a través de la ciudad fue superior a las 13.000 personas, es normal que desde la ciudad se intente conservar unos ingresos que repercuten en comercios, autobuses o guías turísticos entre otros sectores.
En cuanto a Semana Santa, Melilla no es punto de destino en estas fechas. Aproximadamente el 50% de la población es de confesionalidad católica y de ese colectivo casi el 50% sale de la ciudad en estas fechas, por tanto, la llegada de viajeros se circunscribe al ámbito familiar, aunque el responsable del Turismo en la ciudad ha comentado que curiosamente se está incrementando en este período vacacional, la adquisición de paquetes por parte de extranjeros residentes en la zona sur del país, debido a la preferencia por la tranquilidad frente al agobio que, para algunos, supone la profusión de manifestaciones religiosas que se produce en la comunidad andaluza
Un panorama, por tanto, para los próximos días poco boyante para la economía local que, en parte, se ha compensado hace dos semanas con el excelente resultado obtenido con la celebración de la II Carrera Africana de La Legión. Un evento que se debe potenciar incrementando el limite impuesto por razones organizativas a la inscripción, para aumentar de esta forma el número de visitantes. Sería magnífico tener que habilitar un barco hotel en el Puerto, por razones de incapacidad hotelera para alojar a los foráneos.