Alrededor de 200 inmigrantes intentaron ayer saltar la valla de Melilla a primera hora de la mañana, pero ninguno de ellos lo consiguió porque fueron interceptados antes por las fuerzas auxiliares marroquíes. Algunos estuvieron más cerca, ya que llegaron a tocar la primera valla. Sin embargo, siguieron el mismo camino que sus compañeros, de vuelta al interior de Marruecos. La Guardia Civil requisó a uno de los inmigrantes un cuchillo de 35 centímetros de largo, dotado con una hoja de 22. Como es habitual, la Guardia Civil realizó un fuerte despliegue ante el intento de entrada, aunque finalmente fue resuelto por las autoridades del país vecino al otro lado de la valla. También participó el helicóptero del Instituto armado. Este intento se registró a las 7.50 horas en la zona próxima al aeropuerto de Melilla, uno de los puntos predilectos de los inmigrantes para tratar de acceder de forma clandestina a la ciudad autónoma. Varios de los saltos masivos se han registrado en esa zona del perímetro, posiblemente porque es la más cercana al monte Gurugú, donde los inmigrantes montan sus campamentos a la espera del sueño europeo. La intensa vigilancia de las fuerzas auxiliares marroquíes en las cercanías de la valla melillense dificulta las tentativas de los subsaharianos, de ahí que éstas se produzcan cada vez más cerca del monte, para tardar menos en el camino hacia la valla y tener menos opciones, por lo tanto, de cruzarse con los guardias del país vecino.
La última vez que se registró un intento de entrada en la valla melillense fue el 12 de septiembre, protagonizado a plena luz del día por un centenar de inmigrantes que tampoco lograron entrar a la ciudad autónoma. Para encontrar el último salto con entradas hay que remontarse justo al anterior, el 30 de agosto, día en que 15 inmigrantes lograron acceder de forma irregular en un intento que se prolongó hasta 12 horas porque el grupo que se quedó encaramado en la alambrada se negaba a bajar. Los más rápidos, como siempre, se llevaron el gato al agua y llegaron corriendo al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Un simple vistazo al listado de saltos masivos permite observar que la presión migratoria sobre la valla ha descendido, a juzgar por el número de intentos de entrada, que son más espaciados en el tiempo y menos multitudinarios que algunos de los que se registraban en la primera mitad de este año. Pese a este periodo más tranquilo en el perímetro, se mantienen los refuerzos que el Ministerio del Interior envió a la valla.
Además, fuentes policiales apuntan a que la presión podría aumentar en los próximos días, dado que este domingo se celebra el Aid El Kebir, la pascua grande musulmana, una fecha clave que los inmigrantes podrían interpretar como una posible relajación en la vigilancia por parte del país vecino en las proximidades de Melilla.
