Hoy es uno de esos días que me siento saturada de tantas noticias ¡Qué barbaridad! Que si el torero muerto, que si el choque de trenes, que si Rajoy. Pero ¿qué es esto? todos los días lo mismo. Que si las mujeres asesinadas por sus carceleros. Y para colmo esa pobre y joven mujer ¡Qué guapa! Miro la foto del Melilla Hoy
¡Dios mío! esto qué es, me estrujo el alma, no tengo palabras, y mira que yo hablo según mi hijo al que le llamo fray Silencio … bueno, me gusta escribir pero es que para esto no tengo letras.
Nada, que yo escribo hoy pues lo haré sobre los perros que están de moda. A mí los perros me gustan mucho pero en las huertas, en las casas no y pienso en una frase que he leído, que: el hombre se distingue de los animales en que es el único ser que maltrata a sus hembras.
Otra: Todos los hombres son dioses para su perro, por eso hay tanta gente que ama más a los perros que a los hombres. Yo os contaría tantas cosas perrunas pero es que solo hay una hoja y no me cogerían todas. Recurro a mi rincón privado y leo lo que mi padre pensaba de los animales: Quiero comunicaros que ya desde pequeña mi padre me inculcó el respeto y la suficiente atención que tenía que dispensar a los animales. Recuerdo que mi casa al ser una casa de labor, gozábamos de vuestra compañía, y esta es como muchísimas cosas una fijación que ha quedado grabada en mi mente.
Jamás mi padre se puso a comer sin que ante todos los seres que vivían con nosotros no tuvieran agua, comida y comodidad. Y nadie hubiera podido decir que el amaba más a los animales que a los humanos, pues en los tiempos de posguerra y necesidad podía verle darle su comida a los necesitados. Pero dejemos esta cuestión, lo que sí recuerdo eran sus buenos consejos.
Mira hija mía. Si tienes un animal es para cuidarlo, porque él no ha venido a ti si no es que tú lo has buscado me decía esto y el respeto por todo lo creado ha quedado grabado en mí. ¡Cuánta nobleza hay en ti perro! y lo primero que te diría es como leí en un anónimo: “La razón de que un perro tenga tantos amigos es que mueve la cola y no la lengua”. Pienso que Dios te hizo ladrador y no hablador para que no ofendieras con tus palabras. Tienes esa nobleza en tu mirada suplicante. No dejo de estremecerme cuando pienso en la cantidad de salvajadas que con ellos se cometen y no me vale eso de que los perros han hecho. Un perro es lo que su dueño le ha inculcado, y si se le inculca nobleza la tendrá siempre, los hay traviesos pero tan encantadores.
Os diré que a veces me he asombrado de vuestra capacidad para el talento conozco una anciana que me dice que habla con su perro: “Señora –me dijo– verá usted como se para en la próxima cabina” y así lo comprobé, el perro se puso a dos patas como queriendo coger el teléfono todo porque ella llamaba a su hija que estaba en la Península. La escuchaba a través del auricular y ya quería escucharla siempre que pasaba por allí y con los ladridos le contestaba si esta lo llamaba por su nombre desconcertante , y me viene a la memoria aquello de que el hombre es más inteligente que los animales … según él. Yo os diría tantas cosas … Me da pena cuando a los niños se les dice que conejos, perros y hámsteres … Son juguetes cuando son seres vivos a los que no hay que martirizar y así no lo olvidarán. No cabe duda que dais trabajo y a veces incomodidades, pero todo lo que nos da satisfacciones nos produce incomodidades y si alguna vez van por la calle y hacen sus necesidades sepamos retirarlas de las vía pública. Es lamentable el estado de las calles porque los dueños, no todos, no se preocupen de esto, pero se ven muchas personas con sus guantes procurando dejar la calle limpia. He llegado a ver en Barcelona perros con dodotis, increíble pero práctico.
Tampoco me gustan esas personas que se jactan de los buenos alimentos que toman sus perros, no hay nada más que darles su comida y vitaminas, y pobre de aquellos que con mendrugos y huesos lo mantienen por favor tiramos el dinero en tabaco y bobadas y al pobre chucho ni de comer le damos. No quiero dejar pasar por alto a mis canarios, pececitos y tortugas … En fin que nada más verlos mi mirada se oxigena. No quiero olvidarme de los caballos tan corpulentos que son la delicia de los críos. Me da pena pensar que dentro de no mucho tiempo el hombre habrá eliminado a las bestias salvajes y me viene a la memoria aquello de que cuando un hombre mata a un tigre le llaman deporte pero cuando un tigre mata a un hombre, salvajada. A veces pienso que a este paso llegara un momento que este deporte se acabará ¿Por qué no dejamos que los animales se reproduzcan y pueblen los montes? Mis queridos amigos, habría que escoger una palabra para definir a los malvados de este mundo ya que no me gustan que los llamen ni perros ni cerdos sino endiablados, vosotros sois deliciosos.
Animalitos míos os doy gracias por los momentos de felicidad que me dais … Y estrecho vuestra patita. Hace ya bastante tiempo pasé por un Centro de Estudios de mi Melilla y debería ser la hora del bocata o que estiraran las piernas. Pues había jóvenes melenudos. Gritaban: Venga ya, tío. Le pregunté a uno muy enterado y me dijo que se le había muerto su perro. Pues hijo –le dije– todos tenemos que morir.
–Pero fue por mi culpa. Fuimos a Los Pinos y no sé lo que comió que se murió. Yo lo quería tanto … me lo regaló mi padre que también murió. Mi madre no para de llorar–.
Dios mío ¿esto pasará?
A los veinte días volví a pasar y le pregunté: –Qué, contento–
–Oh, sí–
–Te voy a dar un consejo, no lo saques nunca sin bozal pues son como niños pequeños, todo se lo llevan a la boca.
Un saludo para todos.
