No lo puedo negar, me gusta y disfruto, cada vez que leo especialmente cosas, datos, noticias, visualizo fotos, etc., de aquella Melilla que yo viví y disfruté en los años 50 y 60 y desde luego muy bien contadas y documentadas por los amigos Juan J, Aranda desde la otra orilla (Málaga) y Farid Mohamed desde nuestra tierra africana. Yo intento, no emularles, cosa más que imposible, pero, por lo menos, contar también mis vivencias de aquellos hermosos años de mi niñez, adolescencia y juventud a mi manera, con mis defectos narrativos que son muchos y variados, pero con todas mis ganas e ilusión pueda gustar más o menos, me siento muy satisfecho y agradecido cada vez que veo una colaboración mía publicada en Melilla Hoy y mientras quieran ahí seguiremos. Ejemplo de lo que digo respecto a esos dos colaboradores y amigos lo publicado hoy en el especial de La Gaceta Local.
Lo de Aranda y su amigo Blasco es historia, la verdadera historia de nuestra Melilla y nos la van dando a conocer con multitud de datos y detalles. Qué bonita nuestra Iglesia principal de Melilla del Sagrado Corazón de Jesús, allí donde nos bautizaron, hicimos la comunión, nos confirmaron y nos casamos multitud de ciudadanos melillenses, en mi caso el 19 de julio de 1974, rechacé hacerlo el 18 de julio porque ese día por razones obvias no me apetecía celebrar nada.
He visto las fotos de diferentes alineaciones de la U.D. Melilla publicadas por Farid, con ocasión de ese merecido homenaje a uno de los mejores peloteros nativos de Melilla, Francisco Ramos Vega “Ramos”, excelente central, me he leído las alineaciones y claro, he recordado muchos nombres de futbolista a los que vi jugar siendo yo un niño y adolescente, como: Los porteros Vicente, Julio, Zamorita, Pistón, Roa y otros jugadores casos del mismo Ramos, Paquito Moya, Boni, Herrero ( que si no recuerdo mal, lo fichó el Melilla después de la buena temporada que hizo en el Villarrobledo, con ese equipo creo que vino a jugar a Melilla en los tiempos en que yo vendía por la grada con un cubo e hielo los refresco de casa Weil con mi buen vecino (q.e.p.d.) Antonio Font), Ibáñez (homenajeado también recientemente), Igártua, Listero, Añil, Guerra, Aguado, Iguía o Eguía, Cenarruzabeitia, Juanirri, Yanko, Rojas, los Botello, Cuervas, etc. En dichas fotos, me llama mucho la atención la gran asistencia y afición de aquellos años 50 y 60, las gradas llenas y se constata fotográficamente, siempre animando durante los partidos con aquel ¡Atatao famoso y el alabín, alabán, alabínbónbá, Melilla, Melilla y nadie más! Especialmente nuestro amigo y vecino Juan Villanueva (Juanleño para nosotros) con su gran vozarrón era un animador inigualable e inconfundible. Mi recuerdo y saludos para él. Los partidos contra nuestros vecinos del Ceuta y el Málaga eran especialmente reñidos e interesantes, “los clásicos” para nosotros. Eran los tiempos en que otras personas mayores entraban a los “chinorris” como yo menores de 11 años, situados a las puertas de General si llevábamos pantalones cortos. Recuerdo que en una ocasión me llevaba de la mano un buen señor y el portero le dijo: ¿Este chavea tiene 11 años? Que tiene más pelos que yo en las piernas, pero me dejó pasar, creo que tendría unos 12 o 13 años. Se me quitó el nerviosismo y ese pellizco del estómago, di las gracias a ese buen hombre, busqué al resto de “colegas” que entraban como yo y dispuestos a ver a nuestro equipo azulino.
Quería escribir algo más de mi cosecha propia, pero como no quiero cansar lo dejo aquí mismo, amenazando continuar con aquellos años, otras situaciones y anécdotas.
Gracias Juan Jesús Aranda, Gracias J.L. Blasco y gracias Farid Mohamed.
Salud paisanos, libertad, paz y trabajo bien retribuido, sin olvidarme de los pensionistas como yo tan maltratados económicamente por el Gobierno.
