El servicio de salvamento y socorrismo de las playas de Melilla para este año arrancó el 17 de mayo y se extenderá durante cuatro meses, hasta el 17 de septiembre, con cinco torres de control, dos puestos sanitarios y dos embarcaciones de apoyo. Este dispositivo lo conforman 31 profesionales para hacer posible que en cada turno haya nueve socorristas en las playas de la zona sur (San Lorenzo, Cárabos, Hipódromo e Hípica) y cuatro en las dos playas de la zona norte que están abiertas (Alcazaba y Aguadú), ya que la Ensenada de los Galápagos está cerrada por desprendimientos, y la playa de Horcas Coloradas tampoco está abierta al baño porque se están llevando a cabo obras de limpieza en el fondo.
También hay dos socorristas de apoyo en la embarcación neumática y la moto acuática que se están empleando para el servicio, y que son muy necesarias habida cuenta que hay zonas, como Aguadú, donde hay dificultad para actuar.
Esta campaña de vigilancia se aplica en todas las playas de Melilla y es la misma que adjudicó la Ciudad Autónoma en 2012, ya que el contrato, adjudicado a la empresa Carmelo Martínez, ha sido prorrogado.
