En vista de lo oído y visto en TV e informativos sobre el caso de la capitán, hoy comandante Zaida Cantera de Castro, tengo y entiendo que, siendo la causa con uniforme y considerando que este es intocable, más aún en la rodilla y fémur, lugar sensitivamente emocional y ajeno a todo gesto militar, es acto hacia una mujer u hombre, considerado en el argot social y del pueblo como de "meter mano".
La cual, siendo una actitud atrevida en principio, y posteriormente o inmediatamente no consentida, significa intento de abuso no consentido. Siendo ésta una táctica sexual practicada por gentes con intenciones premeditadas y fuera de la amistad, mando o trato social, hechos cometidos en ambos sexos por el otro atrevido o provocador hacia un fin.
Por lo expuesto y entendido, me parece imposible que, hoy en día, y en una identidad militar haya gentuza de éstos tipos, y que no sean fulminados de ipsofacto, más aun cuando posteriormente ha existido un acoso laboral dentro del ejercicio militar.
Mi consideración hacia lo militar me hace no comprender existan "capotazos"para lo que evidentemente es una falta que, precisamente por ser en lo militar, debiera de aplicarse la misma rigidez que en el campo de batalla, donde hay que defender codo con codo, la misión o la Patria.
En cuanto a la exposición o defensa que el Ministro de la Defensa hizo verbalmente, incluyendo gesto ordinariamente autoritario a lo Amador Mohedano en el programa rosa de Sálvame, gesticulando su índice en cierre de labios, me ha demostrado (y siendo decirlo) que ministros de la defensa con una actitud así, denigran la causa militar, precisamente por no ser militar, sino más bien empresario con pretensiones en el valeroso General Palafox… Y es que las aptitudes pueblerinas hay que "tragárselas" en el Congreso o el Senado. Y no porque PODEMOS, sino porque TENEMOS, que es diferente.
Creo que el Jefe del Estado como Jefe de los Ejércitos, debiera de tomar cartas en el asunto político. Por indignante el hecho y la respuesta tan débil.
