Una quincena de menores extranjeros no acompañados lograron entrar ayer de forma clandestina en Melilla colándose por el paso fronterizo de Beni-Enzar a la carrera, concretamente por uno de los carriles de vehículos de salida hacia Marruecos. El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana, antes de la apertura de las puertas peatonales. Precisamente ése es uno de los momentos de mayor trasiego de cada jornada en la frontera, cuando miles de porteadores esperan para poder entrar en Melilla a desarrollar el comercio atípico entre ambos lados de la verja. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, explicó que es habitual que los menores intenten aprovechar ese momento para burlar los controles de seguridad y colarse en Melilla a través del principal paso fronterizo. “En estos últimos días se han producido muchas avalanchas en este sentido”, afirmó el delegado señalando como razón el hecho de que se había detectado uno de los lugares que servía de coladero a estos menores, un “hueco” que estaba cerca de la puerta y que ya se ha cerrado.
Esa medida permitió “controlar” la situación en la frontera, aunque ahora la consecuencia es que los menores tratan de aprovechar los momentos de más aglomeración para colarse a la carrera, como hicieron los que ayer consiguieron entrar, entre 15 y 18 marroquíes que aún no han cumplido los 18 años de edad.
El Barkani mostró ayer su disgusto por este hecho. Se trata, según dijo, de una “forma inaceptable de entrada de menores” por la frontera que ayer mismo fue abordada en una reunión pasado el mediodía con el coronel jefe de la Guardia Civil, Ambrosio Marín Villaseñor, y el jefe superior de Policía, José Ángel González, para hacer una puesta en común y “hacer todo lo posible” para evitar que vuelva a ocurrir algo similar.
De este modo, además, las Fuerzas de Seguridad del Estado tratan de que luego estos menores “campen a sus anchas” por el casco urbano, ya que “no es posible mantener una actitud disciplinaria con ellos” en los centros de acogida de la Ciudad Autónoma. El Barkani aseguró que esta institución “asume y ejecuta muy bien” su responsabilidad de tutelar a los menores, pero la Ley impide que se les pueda retener en los centros.
“A nuestros hijos podemos decirles que a partir de las diez de las noche estén en casa, pero a estos niños no y todos los días, entre 20 y 30 menores son rescatados por la Guardia Civil”, lamentó el delegado del Gobierno señalando que esta situación se da “un día, y otro, y otro, y otro…”.
La entrada de menores extranjeros no acompañados y el hecho de que luego no se les pueda controlar constituyen “un enorme problema al que habrá que buscar una solución compartida”, comentó El Barkani refiriéndose a la Administración General del Estado y la propia Ciudad Autónoma.
