Sí, eran cuatro o quizás cuarenta los que tenían y disfrutaban de coche en aquellos años 50/60. Lógico, en otras muchas ciudades españolas también, hoy día por suerte y también por desgracia (contaminación medioambiental, acústica, multitud de accidentes, etc.), en una familia de seis, como es mi caso, menos mi esposa (siempre le ha dado pánico la carretera y el peligro que conlleva) todos los demás con coche y así un “tropel” de familias ¿o no? En esta cuestión y siendo Melilla una ciudad comunicada solo con otras norteafricanas, sin la posibilidad de visitar en un domingo o festivo otras ciudades y pueblos españoles con tu vehículo y teniendo como se tiene el problema fronterizo de ida/vuelta y largas horas de espera, coincido con el señor Mariano González (Responsable Confederal del Área de Transportes de Ecología en Acción) y sus expresiones publicadas ayer día 23 en Melilla Hoy. Muy cierto cuando dice “que Melilla reúne condiciones apropiadas para utilizar poco el automóvil y que con un compromiso de los políticos, las instituciones y la población, hacer de Melilla una ciudad más habitable con un uso menor del coche sería posible”. Además, Melilla y los melillenses siempre hemos presumido y puesto como ejemplo a nuestra COA, yo por lo menos siempre lo digo a mis amigos peninsulares que nos desplazábamos con ella a todas partes, incluso se podría ampliar por las mayores necesidades actuales.
La Asociación Guelaya-Ecológica en Acción también insta al gobierno de la Ciudad a instalar equipos de medición de la calidad del aire permanente. Todo esto dicho queda muy bien y muy bonito y comparto esos criterios, otra cosa es, que los políticos de turno, esos que mandan porque la democracia y nuestros votos se lo permiten “ESTÉN POR LA LABOR”. Qué casualidad, que ayer mismo recibí un correo desde Alfara del Patriarca (Valencia) que me remitió mi querido primo Luís Velasco, melillense orgulloso y convencido también y que precisamente habla del cambio experimentado en la ciudad sueca de MALMÖ (yo siempre había leído Malmoe).
Hago referencia a algunos datos muy importantes sobre esa ciudad entresacados de la lectura de dicho correo, incluso, acompañado de muchas fotos de diferentes lugares, los cuáles certifican que lo que era una ciudad centro industrial “fantasma”, se ha convertido en referente mundial de recuperación urbanística sostenible (esto último lo utilizan y mucho nuestros “hábiles” políticos de todo signo, pero, que poco lo ponen en práctica). Dicha ciudad se conecta con Copenhague (Dinamarca) por medio de un puente (Oresund) de 22 kms. Combinado posteriormente a un túnel subterráneo bajo el Báltico, con tren directo cada 20 minutos, ambos como ejemplo y alarde de ingeniería moderna. Muchas de sus calles antes transitadas por automóviles, ahora son solo utilizadas por ciclistas y peatones, todo acompañado por unos servicios públicos de transportes modernos y ecológicos.
Además, hay acuerdos entre comerciantes, comedores y otros negocios para mantener precios justos y asumible, también se fomenta el alquiler de bicicletas, circulando constantemente cientos de ellas. Parte del asfalto ha sido sustituido por pavimento para aprovechar mejor el agua de lluvia. Estos acuíferos son aprovechados para calefaccionar en invierno y refrigerarse en verano. Todo ello sin olvidar el aspecto estético, ni el recreacional. Sus coloridos edificios usan energías renovables de las mareas, del sol y del viento. El sol se aprovecha al máximo con multitud de paneles en los tejados o azoteas de los edificios públicos y viviendas. También cuentan con escuelas de comida ecológica. Lo reitero, yo he quedado impresionado, Malmö es actualmente una ciudad ecológica por excelencia, ejemplo para el mundo y para muchos mandatarios de toda clase y diferentes partidos políticos.
Qué grande y hermoso reportaje he visionado, efectivamente es un ejemplo y recomiendo su contemplación y aquellos afortunados que puedan desplazarse a Malmö, contemplarlo y disfrutarlo presencialmente tiene que ser “el no va más”. Como muchos de nuestros políticos si que podrían hacerlo, yo les diría, que visionen, analicen, comparen y si pueden, tienen interés y ganas, que intenten imitarla, aunque reconozco su dificultad y complejidad. En España y Melilla también, tenemos sol, ¡qué digo, mucho sol!, mareas en la costa también y mucho aire (lluvias pocas y cuando lo hace se desperdicia).
Una cosa tengo más que clara, que en esos países nórdicos, sobre todo, esos políticos emplean su cultura, inteligencia, esfuerzo y ganas en hacer más digna y agradable la vida y estancia de sus de sus conciudadanos y visitantes. Por desgracia, eso aquí, en mi opinión, no ocurre o si acaso con “cuentagotas” o palabrería “fácil y barata” cara a la galería. Incluso, muchos de ellos (ejemplos un montón), esa inteligencia y esfuerzo lo emplean simplemente para enriquecerse a costa del ciudadano, de sus impuestos, bajos salarios (quien lo tenga), escasas prestaciones sociales (cada vez menos) y pensiones muy reducidas “al borde del abismo”. Si Melilla hoy quiere adjuntar alguna foto de MALMÖ para su contemplación, se podrá constatar.
Cuando leí ayer lo referente a que Melilla reúne condiciones apropiadas para no utilizar el automóvil, no me lo he pensado dos veces y ese correo de mi primo ha venido casi condicionado y como “dedo al anillo predestinado”.Ahí dejo el “testigo” para quien quiera recogerlo.