Fatima Farah El Bourassi es una madre de tres hijos de 19, 17 y 7 años que el viernes debe abandonar la pensión en la que fue alojada por la Ciudad Autónoma tras haber salido de casa huyendo de su ex marido. Afirma que la única solución que le dan es ir al albergue con los hijos menores, pero que el mayor "tiene que buscarse la vida". Percibe la ayuda de 400 euros y al carecer de empleo no puede encontrar una casa de alquiler. Pide ayuda a la Ciudad Autónoma, que dice que le ha cerrado la puerta. Fatima Farah El Bourassi se declara desesperada. El viernes está al caer y se ve en la calle. Tras dos meses y medio acogida en un hotel a través de los servicios sociales, "me dicen que me busque una casa de alquiler y que ellos me ayudarán, pero no tengo trabajo, recibo la ayuda familiar de 400 euros y entonces nadie me alquila una casa", cuenta. Afirma que desde la Ciudad Autónoma la segunda salida que le ofrece es ser alojada con los dos hijos menores de edad (17 y 7 años) en el albergue de transeúntes, pero "me dicen que mi hijo de 19 años no puede entrar. Me dicen que se busque la vida. Cómo voy a dejar a mi hijo en la calle", se pregunta.
La vida de esta mujer que consiguió la residencia hace años y que lleva más de 14 años en Melilla, no ha sido fácil. Tras décadas de una más que difícil convivencia con su marido, inició los trámites de separación por eso la familia política "no quiere saber nada de nosotros y mi familia vive en Marruecos, así que estoy sola y nadie me quiere ayudar", afirma.
Su hijo Amín, de 19 años, señala que está a punto de conseguir el título en ESO y que el año que viene estudiará electromecánica. "Me gustaría poder encontrar un trabajo para ayudar a mi familia, pero no hay nada", señala. Su temor más inmediato es que el viernes tienen que abandonar el hostal en el que viven y que él no podrá entrar en el albergue. "Dicen que me tengo que quedar fuera, que me busque la vida, pero se supone que como soy estudiante, puedo seguir con mi familia, pero no. Somos españoles, no somos extranjeros, pero como no sabemos de leyes nos vemos en esta situación", se lamenta. Fatima Farah asegura que lleva días sin dormir porque no sabe qué hacer ni a dónde acudir. Su esperanza es que los servicios sociales puedan darle una respuesta a esta situación sin salida, algo que hoy por hoy ven difícil.
Desde la Consejería de Bienestar Social y Sanidad se señala a este Diario que se estudiará el caso y las circunstancias de esta familia, y que se le prestará la ayuda pertinente que por ahora no se puede detallar.
