La operación de la Guardia Civil que ha dejado esta semana a varios detenidos por delitos relacionados con el terrorismo yihadista en Melilla, Málaga y Madrid nos muestran que no se puede ni debe bajar la guardia en la lucha antiterrorista. El operativo se ha centrado en el intercambio de material propagandístico relacionado con la organización terrorista Estado Islámico (Daesh).
Esta actuación junto a las que desarrolla la Policía Nacional en Melilla -este cuerpo de seguridad detuvo el pasado 6 de marzo de 2024 a un hombre por su presunta participación en delitos de enaltecimiento, incitación a acciones terroristas y autoadoctrinamiento con fines terroristas- reflejan que se va en el camino correcto.
Las detenciones subrayan la importancia de mantener una vigilancia constante en la lucha contra el terrorismo. La colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad es, además, esencial para prevenir y combatir estas amenazas. La Guardia Civil y la Policía Nacional trabajan para identificar y detener a individuos involucrados en actividades terroristas. Este esfuerzo es crucial para garantizar la seguridad de la ciudadanía y prevenir futuros ataques.
La lucha antiterrorista requiere de una respuesta integral y coordinada entre todas las fuerzas de seguridad.
En las actuaciones de esta semana, la juez de la Audiencia Nacional María Tardón ha acordado enviar a prisión preventiva a cinco de las personas que fueron detenidas esta semana en la operación de la Guardia Civil contra el terrorismo yihadista en Melilla, Málaga y Madrid.
Fuentes jurídicas han informado que la magistrada ha dejado en libertad a uno de los detenidos, a quien ha retirado el pasaporte y le ha prohibido salir del país sin autorización judicial. También le ha ordenado comparecer los días 1 y 15 de cada mes ante un juzgado.
Tardón – ha adoptado estas decisiones al entender que se investigan unos «hechos graves» y «aparentemente» constitutivos de un delito de terrorismo.
El operativo policial se llevó a cabo bajo coordinación de la Audiencia Nacional por el presunto intercambio de material propagandístico relacionado con la organización terrorista Estado Islámico (Daesh).
Esta intervención junto a la llevada a cabo por la Policía Nacional en marzo obliga, como decimos en el titular de este Editorial, a no bajar la guardia como así, estamos convencidos, está sucediendo en Melilla.